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Autor Tema: Recuerdos pasados...  (Leído 1835 veces)

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Desconectado Saito_25

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Recuerdos pasados...
« en: 31 de Octubre de 2012, 20:27:00 pm »
-Alguna vez pensaste en mí como un ser humano, como un igual, como un amigo...
-No... no lo sé. Tal vez, alguna vez, pero sólo un momento, que ya ni recuerdo.
-... Entonces, qué soy para ti... una mascota, un arma, una carga...
-Ahora mismo, nada...
-Eso creía, lo siento, pero tengo que hacerlo... Te mataré.
(Incomprensible, sin sentido encontraras este pequeño fragmente de la conversación que una vez tuve con... En fin, para que sepas, para que comprendas mi sufrimiento deberías de de ser yo, pero no creo que nadie quisiera pasar por lo que yo he pasado. Aún así, déjame que te cuente mi vida. De comienzo a fin, te narraré como de vivir en un sueño acabé siendo un héroe... como acabé siendo un villano y como acabé matando a la única persona que... bueno, ya lo sabrás.)

Lucía un bonito día: el sol estaba en lo alto, brillaba con fuerza; una fresca brisa atenuaba el calor que este producía, el salado olor del mar llegaba al torreón del castillo donde yo me encontraba leyendo un libro, de aventuras creo recordar, junto con un vaso de fría cerveza estaba en la gloria, y ni siquiera lo sabía...
Cuando leí la penúltima página del libro ansioso por leer la siguiente grite: "Joder, quien es ahora" cuando pegaron a la puerta de mi habitación de lectura. Tímidamente, Laura la amas de llave, dijo: "Soy yo, señor, una estraña señorita está preguntando por él abajo." Pensé para mí: "Extraña señorita, quién sera... Movido por la curiosidad de saber quien era aquella señorita que me esperaba, bajé las escaleras de aquel torreón que yo denominaba como: "Mi lugar de reposo." Una vez estuve bajando las escaleras que daban al recibidor principal, pude contemplar a la mujer más bella que había visto jamas... Creo recordar que tenía un color de piel canela, morena y de ojos café, tenía una silueta digna de una princesa. No recuerdo mucho más de ella, pero nunca me olvidaré de como cambio mi vida con una sola frase: "Por favor, ayúdeme." No me dio tiempo a bajar el último peldaño cuando aquella joven dama se me abalanzó sobre mí y casi me tira cuando sus senos chocaron contra mi pecho con una fuerza que no era normal para una joven de ese cuerpo y edad... Tal vez debería de haber notado algo en ese momento, pero su belleza me distraía y al haber estado en contacto con aquellos... bueno, estaba totalmente distraído. Primero la calme y luego, le pregunte cuál era su problema y en que podría ayudarla este humilde hombre... Por aquel entonces no sabía el verdadero significado de humilde... Después de unos minutos en mis brazos ella me dijo con una voz acaramelada, a la cual presté más atención que a lo que decía, ella dijo: "Necesito su ayuda, la ayuda de unos de los mejores guerreros del reino, la ayuda de un noble de su talento." Yo me quede un poco trastornado con esas palabras, pero no fue por su pedido de ayuda sino por sus alagos. Yo uno de los mejores guerreros, un gran noble... ahí debí parar a aquella mujer, pero sus dulces palabras me cegaron y sin saber lo que me esperaría dije: "Claro, por su puesto que puedes contar con mi ayuda, dime cuál es tu problema y yo lo solucionaré" No sé si no quise darme cuenta o que lo interpreté de otra manera, pero vi como a aquella mujer se le escapaba una picara sonrisa que apenas pudo ocultar... que ingenuo fui tantas señales y caí como un principiante en la trampa de aquella "señorita"... Después de unos segundos ella tomo aliento y muy despacio dijo, mientras acercaba sus pechos a mi, "Tengo miedo, un gran mal asola mi vida. Un gran mal me ha causado muchos males. Un monstruo... un monstruo mandado por beelzebub ha destruido mu vida..." Apenas escuche las primeras palabras que dijo, pero a medida que hablaba me concentré en el dolor de sus palabras y en miedo que ponía al vocalizarlas. Como un gran caballero le dije que no tuviera miedo, que ya nunca más tendría problemas con ese monstruo ni con nada más y le di mi palabra de caballero. Pude notar otra sonrisa que aduras penas podía esconder y que yo seguía interpretando como miedo o como nervios... Aquella muchacha, aquella señorita, aquella mujer me explico que desde hace algunos años un monstruo apareció en una de las cuevas que había cerca de su pueblo, y que este monstruo arrasaba con las cosechas, destruía casas, mataba mujeres y hombres, pero que nadie hacía nada para solucionarlo. Que a muchos antes que a mí había pedido ayuda, pero que ninguno pudo con ese monstruo que nadie quería ya acercarse al pueblo y que apenas quedaban ya 30 habitantes en él. Como un tonto hice caso omiso a las palabras de alerta que ella mismo dijo, y le volví a brindar mi ayuda. Una vez decidido que la iba a ayudar le dije que esperara en la cocina, que le pidiera al cocinero que le hiciera algo de comer, que descansara mientras yo me preparaba. Fui al cuarto de armas, cogí la mejor armadura que tenía la que creía que era la mejor espada y el escudo más grande, pesado y refinado que encontré. Me sentía como un autentico caballero, como un autentico guerrero que se preparaba para rescatar a su hermosa damisela en peligro. Ahora que lo pienso incluso yo me río de mí. Una vez vestido con aquellas pesadas y caras armaduras, ande como pude hacía donde se encontraba aquella mujer. Y le pregunte: "Podrías acompañarme hacia donde está el monstruo que te atormenta. Ella me dijo con voz dulce y calma, que la dejara si era de mi agrado en su casa mientras yo me batía con aquel o aquello que ella menciono como monstruo. Yo accedí encantado al pensar que podría fanfarronear de que una mujer de su talante pasó la noche en mi casa. Una vez supe la dirección de aquella cueva me dirigí con prisa a ella, con la esperanza de que al volver, esa dulce mujer cayera en mis brazos como en un cuento de hadas, pero la vida no es siempre como uno se espera. No siempre el malo es malo y el bueno es bueno, no siempre las cosas salen como uno quiere por tener dinero o por creerse alguien importante... Es una lección que más me valdría haber aprendido mucho antes, mucho antes de que la aprendiera tan rudamente... Con muchos problemas llegue a aquel pueblo, en cuestión de unas semana. Vi como a mi llegada los aldeanos, los pocos que habían fuera de las casas, se metían a sus hogares, recogiendo a sus hijos y las pocas ropas que tenían tendidas. Yo no me extrañe por este hecho, pensé que tendrían miedo por el monstruo o que alguno de los que fueron a ayudar antes que yo les hizo pasar alguna calamidad. Sin mas preámbulo desmonte el caballo, cogí mi espada y escudo, y me dirigí hacia la cueva de aquel ser al que tenía que matar. No me costo mucho llegar a la cueva, pues aquella mujer me explico muy detalladamente como llegar. Una vez en la entrada de aquella cueva encendí mi candil y entre un poco asustado. Al principio la luz del candil me pareció innecesaria ya que la luz del sol entraba por varios lados de la cueva, pero a medida que me adentraba por sus pasillos y callejones, no sólo empece a notar como la luz del sol era ya inexistente sino que además me estaba perdiendo. Cuando quise darme cuenta no sabía donde estaba ni como salir... Empece a asustarme y entre ratos y ratos a maldecirme a mi mismo por haber ido a aquella misión de la cual no sacaría nada, por haber dejado la tranquilidad de mi espacio, por haber dejado mi hogar e ir en busca un monstruo del cual no sabía siquiera si existía. A medida que pasaba el tiempo, mi enfado con migo mismo, mi miedo, y la oscuridad se hacían más grandes... llego a tal punto el miedo que tenía que empece a gritar como un loco pidiendo ayuda, pero para mis desgracia nadie me escuchaba. Cuando empezó a darme sueño supuse que ya se habría hecho de noche, ya que tenía lo hora para dormir cogida. Haciendo cálculos deduci que por lo menos llevaba 5 horas perdidos. Cuando ya no pude caminar más, cuando mi voz era se quedo ronca de tanto gritar, cuando todas las fuerzas se me agotaron me senté en aquel húmedo y frío suelo, y rompí en llanto.

En fin, dejo aquí la historia. Comenten que le ha parecido, por favor. Y que podría cambiar o mejorar.
Aún no está terminada, pero no tengo ganas de seguir y no se puede hacer nada bueno cuando no se tiene ganas (ni talento XD). Pues no se olviden de comentar y de guiarme en que podría mejorar. Me gusta mucho escribir, pero no soy muy bueno XD