XatiyaRO

Comunidad XatiyaRO => Historias de personajes => Mensaje iniciado por: Yumina en 04 de Noviembre de 2015, 01:36:14 am

Título: Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 04 de Noviembre de 2015, 01:36:14 am
Nota del autor: Hola, esta es una historia basada en el juego que a todos nos gusta, pero con algunas diferencias que irán notando tanto en la historia interna del juego, como en funciones de los jobs, sus ataques o habilidades, niveles, puntos de distribución, etc, así que si algo no calza, es sólo para darle sabor a la historia. Sabiendo esto, que tengan una confortable lectura.

Prólogo: Ragnarok.

Parte 1.

Hoy es un día especial que se da una vez cada mes. Una celebración deportiva llamada War of Emperium, más conocida como WoE, en donde diferentes gremios luchan por conseguir uno de los muchos castillos disponibles alrededor de los 3 grandes reinos, Rune-Midgart, la República de Schwartzwald y el Estado de Arunafeltz.

Cada ciudad tiene a su propio gremio representante con cientos de guerreros listos para dar lo mejor de sí y dejar en lo más alto sus nombres.

Y en medio de esta guerra deportiva me encuentro yo, Charles Faber, luchando por el castillo Gondul en prontera. A mi lado se encuentra acompañándome mi mejor amiga, una Bio Alquimista de nombre Leivinia, quien no deja de reclamar lo mala de la idea de hacerla participar por primera vez en este evento.

Leivinia es una chica baja, joven para ser Bio Alquimista, con tan sólo 15 años y una estatura de 1 metro con 35 centímetros, es una niña prodigio por donde se le mire. Su cabello corto es de color plateado, sus ojos son azules al igual que sus típicas ropas del oficio. Su cuerpo pequeño además, sufría de crecimiento tardío, siendo una chica completamente plana, sin curvas, tanto en la zona del pecho, como de la cintura.

Sí, ella ha renacido al igual que yo, pero ella se tardó unos años más, por lo que mi edad la sobrepasa. ¿Qué falto yo? Bueno pues, soy un Master Smith, de 21 años, de 1 metro con 88 centímetros, pelo largo amarrado con una cola de caballo hasta la mitad de la espalda, su color, verde claro, claramente teñido.

Completamente afeitado, ya que una vez me ocurrió que mientras forjaba, una chispa cayó sobre mi barba, incendiándola, aún mantengo una cicatriz de quemadura en mi mejilla derecha. De ojos negros. Visto con las ropas de mí oficio, camisa blanca, pantalón negro. Con un cuerpo en forma debido al trabajo de herrero, músculos en los brazos y en el pecho más que nada.

- No te preocupes “Lei”, en este evento, el daño no existe en realidad, por lo que jamás morirás, a lo sumo te echarán automáticamente del castillo si eres derrotada. -

Sí, a mi amiga le gusta que le digan Lei, y como mencioné anteriormente, es nueva en WoE.

- Tú sabes mi nivel, soy muy baja, seré la burla al final del día, lo sé. -

- El nivel no lo es todo, prueba de ello son tus bombas ácidas, en estos momentos tienes el mismo daño que tendrás en el máximo nivel… -

No alcancé a terminar, ya que una Asesina Cross que nos vigilaba escondida derrotó de un Sonic Blow a Leivinia.

Neptunia, la famosa Asesina de WoE, temida y admirada, odiada y respetada. Una mujer hermosa, de 25 años, ojos morados al igual que su cabello largo hasta la cintura, separado en 2 largas trenzas hacia los lados. Sus ropas negras la hacen esconderse perfectamente en zonas donde no llega la luz, por lo que, a diferencia de otros colegas de su profesión, ella mata sigilosamente dentro de los edificios.

Con un cuerpo exageradamente desarrollado, con gran volumen de busto y mortales curvas en su cintura.

- Es cierto, ser de nivel bajo te hace poco resistente. -

Suspiré encogiéndome de hombros, pero siempre alerta a los movimientos de mi rival.

- Hoy saldaremos nuestras cuentas, no quería que nadie nos interrumpiera. -

Neptunia es orgullosa, nos hemos topado en varias ocasiones, teniendo ambos la misma cantidad de victorias. La verdad, esta rivalidad a mí no me importa, pero ella es tan insistente y molesta, que mejor desempatamos esto nuevamente. Ustedes podrían pensar, si me dejo ganar se acabaría la rivalidad, pero ¿Yo perder? ¿Ustedes se dejarían ganar?

Un intercambio de golpes se da en los pasillos laterales de Gondul. Otros miembros de mi gremio y del gremio de Neptunia avanzan ignorándonos, saben de nuestra rivalidad, y no se interponen, y pobre del que lo hiciera.

Los agiles movimientos de Neptunia son controlados por la gran velocidad otorgada por mi hacha, la Hurricane Fury, pero como siempre, estoy a la defensiva. Al igual que en el pasado, mi oportunidad se dará cuando Neptunia baje su guardia, mientras que ella me vencerá siempre y cuando pueda sortear mis defensas. Sí, soy patético, acorralado por una chica, pero vamos, ellas también son poderosas.

Lo que nadie esperaba, es que de pronto el cielo obscureciera. Una incontable cantidad de rayos caían, y desde el cielo descendían numerosas carrosas guiadas por caballos voladores. Desde la tierra que se abría, emergían otros seres endemoniados, dispuestos a luchar contra los seres del cielo.

Nuestras miradas atónitas demostraban nuestra ignorancia ante lo que ocurría. ¿Qué estaba pasando? ¿Quién es nuestro aliado y quien nuestro enemigo? Y más importante aún ¿Quiénes son estos tipos?

La verdad, lo que aconteció a continuación aún me es borroso en los archivos de mi memoria. Recuerdo que una gran bola de luz se dirigió hacia donde luchábamos Neptunia y yo. En un acto heroico e involuntario, empuje a Neptunia, recibiendo el ataque de lleno.

¿Qué ocurrió después? No lo sé, sólo puedo ver un cielo extraño, más azul-negro de lo que estoy acostumbrado a ver. Cierto, el herrero se encuentra tendido en el suelo, mirando al cielo estrellado, pero al que aún ilumina la luz del sol ¿Qué contradictorio no?

Me levanto y me percato que Leivinia no se encuentra por los alrededores, tampoco Neptunia, y la verdad, no veo a nadie, solo un llano infinito de nieve, parece ser que estoy en una montaña. A lo lejos puedo ver humo, seguramente hay un pueblo por las cercanías.

Camino y camino y cuando me acerco, encuentro lo que parece ser un campamento, pero, al menos en lo que aprendí viajando por el continente, estas tierras jamás existieron. ¿Dónde me encuentro?

Parte 2.

Sí que es un lugar extraño pero acogedor. Apenas llegué al campamento, los guardias que custodiaban el puente que conectaba las montañas con el campamento salieron a recibirme.

Rodeado completamente por un gran lago, con 2 puentes que conectaban al campamento con sus únicas 2 salidas, uno hacia la montaña nevada y el otro hacia un frondoso bosque verde. Las distancias eran demasiado cortas como para creer que semejantes lugares se encontraban tan cerca, esto definitivamente no es parte de los 3 reinos, ni tampoco del sector internacional.

Por haber llegado de madrugada, no hay gente además de los guardias, quienes me ofrecieron una de sus tantas tiendas de descanso luego de oír mi historia. Según los guardias, ahora me encuentro en el Campamento Midgard.

Había oído en el pasado que luego de la derrota de Satan Morroc, se pudo contactar con otra dimensión, un nuevo mundo, y que sólo algunos selectos de élite podían viajar a explorar.

A pesar de haber transcurrido más de 30 años, el lugar sigue siendo restringido para público en general, por lo que fuera de historias y rumores, no tenía más información al respecto.

Rechacé la oferta de los guardias, mi espíritu aventurero me obligaba a explorar la zona, así me lleve lo que quedaba de la noche y gran parte de la mañana explorando cada rincón del campamento.

Un lugar repleto de personas de las 3 naciones y al parecer de una nación más. Gente muy amable y alegre, quienes saludaban a todo quien pasaba. Era casi como una ciudad.

Llegué a un sector que apestaba a animales, parecía ser un zoológico pero con criaturas que jamás en mi vida había visto. Un caballo con alas y cuerno, una extraña mescla entre pegaso y unicornio. También había pequeños leones, los que parecían ser gatos con melena. Una especie de humanoide peludo, como si fuera una versión cavernícola de la humanidad también se encontraba enjaulado.

Un hombre con ropas del estado de Arunafeltz llegó con kilos y kilos de pescado fresco.

- Charles, ha pasado un tiempo que no te veía ¿Ya ha mejorado tu salud? -

¿Me hablaba a mí? Yo a este hombre no lo conozco, pero definitivamente se dirigió a mí, luego de ver que no había nadie más a mí alrededor.

- Disculpe, ¿Quién es usted? -

- Jajaja, siempre tan gracioso. Por cierto, si buscas a mi hija, ella se encuentra donde siempre, ya sabes, su deseo por ser más fuerte la hace entrenar todas las mañanas. -

- ¿Su hija? ¿Dónde siempre? -

Ya no puedo estar más confundido ¿Me habrá confundido con alguien más?

- Yumina, tu amiga de la infancia, vamos crecieron juntos, no me hace gracia que juegues con este tema, aunque sea de broma. Si ella te escucha quizás se ponga triste, ya sabes, es muy sentimental con esas cosas. -

- Breeder Taab, por fin regresó y con bastante alimento para la semana, buen trabajo. -

Una mujer que parecía ser científica recibe al hombre llamado Taab.

- Ah Jane, fue una gran mañana de pesca junto a los Cat Agents. -

- Sí, puedo verlo. Oh pero si es Charles, seguramente está aquí buscando a Yumina como de costumbre. -

- Claro, pero esta vez llegó algo tarde, mi niña se aburrió de esperar y se fue a entrenar, deberías apresurarte o se enfadará de verdad, jajajaja. -

- ¿Entonces qué espera? A una dama no se le hace esperar. -

Prácticamente fui echado de aquel lugar.

Caminando por el campamento no dejaba de pensar en lo extraño de los eventos. Primero, ¿Cómo es que fui a parar aquí? En segundo lugar, aquellos tipos que afirman conocerme, que saben mi nombre, incluso esa información de que mi amiga de la infancia es una tal Yumina. ¿Estaré en medio de un sueño?

La reacción de la gente varía de acuerdo a que tan alejado me encuentro de aquel extraño zoológico, mientras más lejos, la gente parece no conocerme, mientras que por los alrededores, todo el mundo afirma que me conoce y hablan sobre la mujer de nombre Yumina.

De un momento a otro, una extraña luz verde ilumina el campamento en diferentes sectores. La luz proviene de una extraña esfera que antes no estaba, o no recuerdo haberla visto.

Es en la dirección al zoológico, por lo que investigar significaría volver a esa extraña sensación de ser conocido por gente desconocida, pero mi curiosidad es más grande.

Al llegar veo que esa gran esfera de luz se encuentra vigilada por muchos guardias, además de que construyeron varios muros a su alrededor, dejando sólo un camino para llegar a ella, camino fuertemente custodiado.

Pregunté por la esfera, a lo que un guardia respondió:

- Es el portal hacia el otro mundo, pero ya no funciona. Es recomendable que te mantengas alejado, no querrás desaparecer de este mundo para siempre. -

Si me aleje fue por el impacto mental que significaron las palabras “ya no funciona”, ¿Significa acaso que ya no puedo volver a mi mundo?

Comencé a rodear la esfera, ver que hay diferentes edificios con antenas gigantes hechas de cristales extraños apuntando hacia dicha esfera.

 Un niño que jugaba por el lugar chocó contra mí, cayendo al suelo.

- Auch… Cha… Charles… ¿Estás aquí?... Por favor, no me entregues a Yumina, ella me matará, no sabe diferenciar las bromas… -

- Calma niño, no haré nada de lo que dices, pero a cambio dime, ¿Dónde se encuentra Yumina? -

- Donde siempre, y al parecer está de muy mal humor. -

- ¿Podrías señalarme hacia dónde es? -

El niño me miro confundido, para luego apuntar en cierta dirección.

Seguí el rumbo que me dieron, ya que creo que lo mejor por ahora será averiguar más sobre este extraño lugar y sobre mi famosa amiga de la infancia.

Luego de minutos caminando puedo observar a una High Priest, sentada en la tierra, parecía estar meditando. Al acercarme, sin querer generé el ruido necesario para que la HP se fijará en mí, al parecer estaba atenta ante cualquier novedad.

- Charles, ¿Por qué te tardaste tanto? -

- ¿Yumina? -

Parte 3.

- ¿Es todo lo que me dirás? Mi nombre no es una forma de pedir disculpas. -

No sabía que decir, ser conocido por alguien que yo no conozco es por lejos, una de las peores sensaciones que alguien puede sentir. No estoy seguro si esta gente miente o dice la verdad, si es una especie de trampa o si algo falla en mi interior.

Yo recuerdo bien mi pasado, recuerdo bien a mis amigos, familia, conocidos. Mi amiga de la infancia es Leivinia, y nadie más. Mi hogar es en Aldebaran, no en este campamento, y en ningún momento fui escogido para explorar estos lugares.

- ¿Estás bien? No estas reaccionando como siempre ¿Algo te preocupa? -

Parecía ser una preocupación sincera.

- Lo siento Yumina, pero no sé quién eres tú. -

Creo que fue la mejor decisión, enfrentar directamente el asunto.

Yumina frunció el ceño, aproximándose más hacia mí, quedando tan cerca que me es imposible el no ponerme nervioso.

Seamos honestos, esta mujer es hermosa, con ojos color esmeralda, cabello claro color rosado, con un largo de apenas hasta los hombros. Con 19 años, Yumina es de mi altura, siendo más baja que yo por tan solo un par de centímetros. Su cuerpo es completamente de mi gusto, bien proporcionado a su tamaño, sin grandes curvas exageradas, como las que tiene Neptunia por ejemplo.

Sus ropas de HP, verde claro con blanco, tienen ciertas diferencias con las tradicionales, comenzando por el largo del vestido, el cual es mucho más corto. Sus mangas no están ajustadas, estando sueltas sin poder dimensionar bien como son sus brazos. Además sus zapatos no son de tacón.

- No es gracioso lo que dices, si es una de tus bromas detente, no me gustó para nada. -

El tono de Yumina se volvió seco, ¿Estaba enojada? Lamentablemente no puedo hacer nada para aliviar su enojo.

- Yumina, no soy quien crees, yo no te conozco, ni pertenezco a este lugar, no pienses que es una broma porque no lo es. Algo extraño ha ocurrido y he venido a parar… -

No pude terminar de explicar nada, ya que aquellas lágrimas en el rostro de Yumina me dejaron mudo. La chica no dijo nada, simplemente dio media vuelta y se fue corriendo.

Intenté alcanzarla, pero ella es muy rápida, ahora entiendo porque no usa tacones.

Me sentía muy mal, aún sin conocerla no soy quien para hacerla llorar. Fue tal y como dijo Taab, “Si ella te escucha quizás se ponga triste, ya sabes, es muy sentimental con esas cosas”.

Tal vez sea yo el equivocado, tal vez de verdad sea de este mundo, pero de ser así ¿Quién es Leivinia y por qué tengo tantos recuerdos de mi vida con ella?

No sé, estoy confundido, son mis recuerdos contra aquel sincero llanto de una chica que afirma conocerme, y de varios relatos de algunos locatarios de este campamento.

Caminé por unos minutos regresando de las cercanías del bosque, tenía que pasar nuevamente por el puente para llegar al campamento.

Necesito regresar, encontrar a Yumina y descifrar de una buena vez que es lo que está ocurriendo. Si alguien tiene la respuesta que busco, ya sea buena o mala, esa es Yumina.

Unas campanadas muy fuertes inundan el campamento. La gente corre en todas direcciones preocupada, entrando en sus hogares, cerrando todo, puertas y ventanas.

Los guardias y algunas otras personas se posicionan como si fueran militares listos para una misión. Un Lord Knigth se encuentra gritando órdenes a todos.

- Compañeros, las pinguiculas se aproximan para invadir nuevamente el campamento, ya saben qué hacer, así que a tomar posiciones, POR MIDGAR. -

La euforia es total, todas las personas se dividen hacia diferentes sectores. El puente que conecta al campamento con las montañas es cerrado, mientras que el que conecta al bosque se mantiene abierto sin custodia.

En mi curiosidad escalo uno de los muros, siendo testigo de una estampida de pequeñas niñas plantas, que jamás había visto, aproximándose por el puente. Son cientos de ellas, tan pequeñas pero tan rápidas ¿Serán las famosas pinguiculas?

Una vez que estas chicas entraron al campamento, se dispersaron por todas partes, atacando todo a su paso. Las tiendas de los militares son destrozadas una tras otra. Los puestos del comercio también. ¿Nadie piensa hacer algo para detenerlas?

A medida que avanzaban, se dispersaban más y más, y en los momentos que llegaban de a pocas hacia el centro del campamento, las personas contra atacaron.

Diferentes jobs luchando contra estas niñas plantas. Ahora lo entiendo, las enfrentan cuando están dispersas, ya que todas juntas pueden ser mortales. ¿Significa acaso que estas niñas son criaturas poco inteligentes?

Me bajo del muro y frente a mí se encuentra una de estas niñas con una mirada curiosa. ¿Esta chica es realmente peligrosa? Aquella duda no dejaba de darme vueltas en mi mente.

La pinguicula miraba para todos lados intentando despistarme, pero conozco ese truco, definitivamente soy su blanco de ataque. Tomo mi hacha y me pongo en guardia.

En respuesta a mis movimientos, la niña planta me ataca saltando contra mí. Ese movimiento me tomó por sorpresa, por lo que recibo un rasguño de sus uñas con forma de espinas de rosa en mi rostro.

La niña es rápida, pero yo lo soy más, conectando más de algún golpe no mortal en ella. De pronto comienzo a sentirme mareado, pierdo fuerza en mis piernas cayendo sin remedio al suelo.

¿Esto es veneno? Seguramente son secuelas del rasguño en mi rostro. Si bien el efecto se pasó relativamente rápido, dio el tiempo suficiente para que esta niña extendiera lianas de su pequeño cuerpo amarrando mis piernas con ellas.

Me tiene atrapado en el suelo, forzándome a luchar acostado, teniendo claramente la ventaja. El no conocer a mi oponente me ha dejado muy mal parado, que vergüenza.

Suelto mi hacha y comienzo a luchar a punta de combos, con tan poco movimiento, no dejaré espacios vacíos en mi defensa. Pero esta niña es fuerte, no puedo manejarla bien, sufriendo varios cortes nuevos, los que me van mareando poco a poco.

Para mi alivio, alguien ha golpeado fuertemente a la pinguicula en la cabeza, aturdiéndola por completo. El efecto del veneno ha pasado y las lianas ya no me atan con fuerza.

Me pongo de pie para agradecer a quien me haya salvado y para mi sorpresa no es nada más que Yumina, sosteniendo un Stunner en sus manos.

Parte 4.

- No te entrometas en esto, es muy peligroso para ti. -

La expresión fría de Yumina me dejó congelado, es como si ella fuera otra persona.

- Si quieres sernos útil, entonces toma a esa pinguicula y llévala al centro del campamento. Déjala junto al resto de estas criaturas y te advierto, no te atrevas a matar a ninguna de ellas. -

Yumina me dio una última mirada a los ojos, para luego correr en dirección contraria a la que me indicó.

Tomé a esta inconsciente niña planta y seguí las órdenes de mi supuesta amiga de la infancia, quien ahora me da la impresión que me trata como a un desconocido.

En el centro del campamento efectivamente encuentro una gran cantidad de estas criaturas, eran literalmente una montaña, apiladas unas sobre las otras.

Una vez cumplidas mis órdenes, mi sangre orgullosa hirvió. ¿Quién se cree que es Yumina para decirme que es peligroso para mí? Revisé la cantidad de Zeny que tenía, calculé cuanto necesito para sobrevivir unos días, quedando satisfecho con los resultados, podré usar mis mejores técnicas.

Preparé mi Hurricane Fury, saqué una Berserk potion de mi carro, destapándola para tomarla cuando comience la batalla, y me dirigí hacia los campos de batalla.

Pero lo que vi me dejó pasmado. Era como ver a un arcángel volando en batalla. Yumina derrotaba una pinguicula tras otra con sólo un golpe de su Stunner. Sus ágiles movimientos tanto en la tierra, como sus saltos, sus movimientos evasivos la hacían parecer que tuviera alas.

En mi vida me encontré con muchas HPs, pero jamás vi una que recurriera a su fuerza bruta, una battle priest.

Mi corazón se aceleró al verla, su fuerza, su velocidad, sus ojos concentrados en sus rivales. Parecía que esta HP conocía de memoria a sus enemigos, pudiendo luchar contra 2 incluso 3 de ellas al mismo tiempo, encontrando el momento justo para ir noqueándolas de un mazazo en la cabeza.

Las campanadas vuelven a sonar, los gritos eufóricos de victoria son escuchados por todo el campamento. Aquel Lord Knigth de antes se acerca a Yumina y le acaricia la cabeza gentilmente.

- Buen trabajo como siempre Yumina. -

- Comandante Agip, las pinguiculas están todas apiladas en las carretas, sólo queda que usted autorice la salida para entrar en el bosque Splendide. -

Un soldado apareció para reportar la situación.

- Buen trabajo, regresen a esas niñas a su hogar, es una orden. -

El comandante sacó del bolsillo de su pantalón una tarjeta y se la entregó al soldado. Con una despedida al estilo militar, el hombre se alejó, dejando a Agip y Yumina solos.

- Charles, ¿Qué te ocurrió? -

Agip me preguntó con un tono de clara decepción. Pero para ser sinceros, no entiendo a qué se refiere.

- Al parecer sufre de amnesia, lo mejor será no presionarlo. -

Yumina fue en mi ayuda, o eso quiero creer. ¿Amnesia? A mi gusto, fue una mentira de Yumina para que el comandante no siga con su interrogatorio.

- Entiendo, es una lástima, espero que se recupere luego. Los dejo entonces, tenemos mucho trabajo que hacer con Abidal. Nuevamente, muchas gracias Yumina por tu ayuda. -

El comandante se despidió de nosotros y se retiró hacia un gran edificio, entrando por las puertas, desapareciendo de nuestras vistas.

- Él es el comandante a cargo del campamento Midgard, Hibba Agip, se podría decir que es como una especie de alcalde para esta comunidad. -

Miré extrañado a Yumina, quien al ver mi reacción tomó mi mano y la apretó con fuerza.

- ¿Quién eres tú? -

Me preguntó con una mirada decidida.

Por instinto traté de zafarme, pero su agarre es demasiado fuerte, no puedo quitármela sin forcejear.

- Mi nombre es Charles Faber, vengo… -

- Mientes, tú no eres Charles Faber, él jamás sería vencido por una pinguicula, ni me desconocería. -

Sus palabras me confundieron aún más.

- ¿Eres un Doppelganger? -

- ¿Qué estás diciendo? -

Respondí alterado, que me confunda con ese asesino es una gran ofensa.

- Ya te lo dije, es mi nombre y no pertenezco a este lugar. No te conozco, mi mejor amiga se llama Leivinia… -

- Si no perteneces a este lugar, ¿Entonces qué haces aquí? -

El tono de Yumina cambió, parece estar enojada y a la vez lastimada, parece ser que nuevamente está triste.

- Es lo que traté de decirte hace poco, estaba luchando por el castillo Gondul en Prontera cuando… -

- ¿Prontera? ¿Eres del otro lado del portal? -

- A por favor Yumina, ¿Puedes dejar que termine? -

Yumina bajó la mirada un poco avergonzada.

- De todas formas, no eres Charles Faber, no pueden existir 2 Charles. -

- ¿A qué te refieres? -

Pregunté confundido.

Yumina metió su mano derecha por el cuello de su traje de HP, sacando un bello colgante de plata con forma de corazón. Dentro había una foto. Simplemente no podía creer lo que veía.

Era yo de niño, puedo reconocerme, definitivamente soy yo, y a mi lado una versión joven de Yumina, ambos sonriendo, con nuestros rostros apegados.

Parte 5.

- ¿Cómo…? ¿De dónde has sacado eso? -

Una pregunta estúpida la verdad, supongo que mi asombro no me ha dejado pensar claramente.

- Es un recuerdo de mi amigo Charles Faber, quien claramente no eres tú. -

- No es posible, no pueden tener razón, toda mi vida no puede ser una mentira. -

- No entiendo a qué te refieres… -

- Calla, ustedes deben ser los que mienten, esto debe ser una especie de trampa, algún truco ya sea de los hombres del cielo o de aquellos que surgieron desde el fondo de la tierra. -

- ¿Hombres del cielo y de la tierra? -

Mi desesperación me tiene dominado, no escucho lo que Yumina intenta decirme, sólo grito desesperado. Estoy en un lugar desconocido, sin mis amigos, sin mi familia y peor, sin identidad.

Con un fuerte mazazo en la cabeza, Yumina opta por tranquilizarme, quitándome la consciencia.

Despierto en una habitación desconocida, con un fuerte dolor de cabeza. Me encuentro acostado y tapado en una cama. Me levanto percatándome de que todas mis cosas se encuentran en una esquina, mi carro, mi hacha.

Tomo mis cosas y salgo de la habitación, recorriendo lo que parecía ser el interior de una casa.

- Charles, ¿Te encuentras mejor? Yumina te trajo, al parecer no fue un buen día para ti contra las pinguiculas. -

Esa voz, no puede ser, la reconozco… Sí, no hay duda, es mi madre.

- Madre, ¿Qué estás haciendo aquí? -

- Hoy no me toca trabajar, ¿Se te olvidó acaso? -

- Oh, verdad. -

Mentí, no hay manera de que mi madre esté aquí, y en caso de que sea parte de la trampa, no quiero involucrarla en problemas.

Mi madre preparó la cena, mi comida favorita, con el mismo sabor que recuerdo. Además, mantuvimos una conversación bastante agradable, evitando tocar todo lo relacionado a este mundo.

Definitivamente es mi madre, de eso no hay dudas.

Si bien estar con ella me ha renovado el ánimo de cierta manera, me es necesario pensar las cosas con calma y en lo posible sólo.

Me despedí de aquella mujer a quien amo, y salí de la casa.

Creo que lo mejor será regresar a mi punto de partida, puede que consiga una pista en aquella montaña.

Salí por el puente en dirección a las altas cordilleras nevadas, pero un guardia vigilaba el camino esta vez.

- No estás autorizado por el comandante Agip, ni por ninguno de los altos rangos para seguir por este camino. Es muy peligroso, mejor regresa. -

Por más que intenté convencer al guardia, no hubo caso. No recuerdo que este hombre estuviera cuando recién llegué.

Sin saber qué hacer y completamente decepcionado, me acerqué al lago notando algo extraño, tiene corriente. Eso significa que no es un lago, sino más bien un río.

Mientras más tiempo me quedo aquí, más me asombra este lugar, un campamento construido entre un río que se divide en 2, dejando un gran terreno de tierra como si fuera una isla. Si contara esto en Aldebarán, difícilmente alguien me creería.

Me pregunto, ¿Qué pensaría Leivinia ante esto? Seguramente le buscaría una explicación física y se volvería loca intentando encontrar la forma de poder viajar a este mundo para estudiarlo.

Observando el rio perdido en mis pensamientos noto algo fuera de lugar. Es como una especie de documento flotando siguiendo la corriente del río.

Entro a las aguas y recojo el documento. Es una carpeta con el nombre Messy File N° 25 por Hansenne, Ryosen y Hue. Muchas de sus hojas están hechas un desastre, pero aún se puede leer varias partes.

“Año 25 desde nuestra llegada, no hay mayor información sobre el motivo por el que se abrió el portal, mucho menos de la razón por la que se cerró…”

Sigo leyendo interesado.

“Las tribus de los Saphas y los Laphine siguen sin ser capaces de comunicarse con nosotros, sus lenguajes son tan densos y extraños que nuestro experto en lenguas no ha sido capaz de descifrar más que algunas palabras…”

¿Sapha, Laphine? Pero qué demonios. Seguí leyendo.

“Hemos encontrado vestigios de que un gigantesco árbol te guía por una caverna subterránea, a la vez que no parece tener un límite en su altura, desconocemos si  tiene alguna relación con las raíces del Yggdrasil que nos guían a Niffelheim, pero creemos que son el mismo árbol, ya que por los alrededores solemos encontrar semillas y frutas del árbol sagrado…”

“Por ahora no hay más información, esperamos encontrar las respuestas a nuestras incógnitas pronto.

Año 723 N.E.F”.

Un reporte de hace 5 años. Pero no entiendo algunas cosas, ¿Cómo es eso de que no saben el motivo por el que se abrió el portal? Es conocimiento de todos que fue por Satan Morroc, esconderlo no tiene sentido. Es muy raro.

- Charles. -

Escuché a lo lejos. Es Yumina quien se acerca caminando.

- Tenemos que hablar. -

Me dijo con voz firme.

- Pensé que estaba todo dicho ¿Por algo me golpeaste en la cabeza no? -

- Te golpee porque te descontrolaste. -

Nuestras miradas chocaron, ahora ambos estamos molestos.

- Hablé con la Sra Faber y no encontró nada raro contigo, así que por favor, deja de fingir que no me conoces, me lastimas con tus bromas. -

- ¿Mi madre? -

- Si ella te reconoció no hay forma de que seas alguien más que Charles Faber, por lo mismo, deja tus bromas. -

Lagrimas cayeron por las mejillas de Yumina, seguidas de un fuerte abrazo. No pude reaccionar, no sabía qué hacer, que decir, sólo seguí escuchando lo que me decía en medio de sus sollozos.

- Por favor, no sabes cuánto me dañas. Si de verdad sufres de amnesia dímelo, no te avergüences, yo como tu amiga te ayudaré, pero no inventes que tienes otra amiga, no me niegues más. -

No le respondí, no era capaz de romperle el corazón, pero tampoco de darle falsas ilusiones. Sólo le besé la frente. Ella se notaba angustiada y ansiosa por una respuesta de mi parte, lo pude ver en sus ojos color esmeralda.

- Yumina, ¿Puedo preguntarte algo? -

Ella asintió con un movimiento de su cabeza.

- Ayer, ¿Qué fue lo que hice ayer? -

- Fuiste de cacería a las cordilleras de Manuk con Di Stéfano. -

- Ese tal Di Stéfano ¿Quién es? -

- Es nuestro amigo, un compañero de entrenamiento. -

- Yumina por favor, llévame con él. -

Parte 6.

Yumina me guío por el campamento hacia el sector sur, deteniéndonos en una de las tantas viviendas del sector.

- Hermana, Charles, ¿Qué hacen por aquí? -

Una High Acolita nos observaba con una mirada traviesa desde atrás de una casa aledaña.

- Kinuhata, ¿No se te dijo que dejaras de entrenar por unos días? Así jamás pasarás la prueba del Campeón. -

- No hermana, no estoy entrenando, cumplo con mi fase de meditación y paz corporal. -

- Entonces ¿Por qué estás acosando nuevamente a tu futuro mentor? -

- ¿Acosar dices? Aunque no niego que estoy muy emocionada, más aun pensando que tendré a uno de los mejores campeones del campamento Midgard como entrenador. Pedir consejos y hablar sobre mi futuro no va contra las reglas de la prueba final. -

- Como digas. -

Yumina ignoró a su hermana, y tocó con cierta agresividad a la puerta de la casa de Di Stéfano. No hubo respuesta, por lo que Yumina tocó con más fuerza aún.

Kinuhata aprovechó el momento que crucé miradas con ella para llamarme con un gesto silencioso de manos.

- Charles, Charles. -

Me susurró con un tono apenas audible. Me acerque a ella en respuesta a su llamado. Kinuhata es una High Acolyte de 17 años, pelo corto color marrón, con un parecido notable a Yumina, con los mismos ojos color esmeralda.

Con una altura de 1 metro con 64 centímetros y un cuerpo similar al de su hermana, pero con un busto más pequeño, a la vez que su cintura y piernas son más hermosas, mejor moldeadas. Sus ropas del oficio son negras con sus detalles color rojo.

- ¿Han avanzado en su relación con Yumina? -

Dijo riéndose pícaramente. Mi reacción no se hizo esperar, pero antes de decir o hacer cualquier cosa, Kinuhata se cubrió la cabeza con sus manos. Al no ver la respuesta que esperaba me miró confundida.

- ¿No vas a golpearme como siempre? Eso quiere decir, que si avanzaron esta vez. Oh que emoción. -

- No tengo idea de que hablas, pero estás equivocada en todo lo que piensas. -

- ¿Hmmm? Tu reacción parece ser sincera… -

Un grito seco nos distrajo.

- Ah Yumina, ¿Qué haces aquí? -

El grito provino desde adentro de la casa.

- Necesito que abras la puerta. -

Respondió más calmada Yumina al ver que por fin consiguió respuesta.

- Lo lamento, no puedo atenderte hoy, vuelve otro día. -

- ¿Cómo dices? Di Stéfano, no es momento para bromas, abre la puerta. -

No hubo respuesta. La furia de Yumina comenzó a elevarse como espuma, golpeando la puerta cada vez más fuerte.

- Si no abres tiraré la puerta, sabes que soy capaz de ello. -

Nuevamente no hubo respuesta. Yumina enfada, de un golpe de su Stunner rompió el pomo de la puerta y con una fuerte patada, tiró la puerta. Posteriormente, la HP entró, invadiendo un hogar ajeno.

- Deberías de ir con ella, hoy está verdaderamente enfadada, no sé qué le hiciste, pero mejor hazte responsable. -

Fui empujado por Kinuhata con una gran fuerza. Estas hermanas son cosa seria, tienen una fuerza bruta impresionante.

Entro en la casa de Di Stéfano y lo veo sentado contra la pared, con Yumina frente a él.

- Disculpa Yumina, te juro que a mí me duele tanto como a ti. -

- No sé de qué me hablas. -

- ¿No vienes por el tema de Charles? -

- ¿Cómo supiste a lo que venía? -

- Por lo mismo, te pido disculpas, yo hubiera preferido morir junto a él… Wah Charles, ¿Estás vivo? No puedo creerlo. -

¿Muerto? Esa reacción me dejó sin palabras. Di Stéfano se puso de pie y fue a abrazarme, apretándome los brazos, golpeando mi espalda, incluso me dio una fuerte y dolorosa patada en las piernas.

- ¿Qué demonios te ocurre? -

Grité enfadado, empujando al campeón con mis manos. Di Stéfano es un hombre de 21 años, de mi estatura, de ojos negros. Con pelo largo y blanco, amarrado con una larga trenza. Sus ropas de campeón son blancas, con detalles rojos y cinturón negro.

- Charles, estás vivo de verdad. No vuelvas a repetir lo que hiciste, no la volverás a contar. -

Yumina tomo por los hombros del traje a Di Stéfano, levantándolo en el aire.

- ¿Dices que Charles pudo haber muerto? Explícate. -

- Yumina, calma por favor. -

La chica baja al campeón, cruzándose de brazos mientras espera una explicación.

- Sabes que ayer fuimos a entrenar a las cordilleras de Manuk como de costumbre. -

Yumina asintió con un movimiento de su cabeza.

- Sabes que lo más peligroso por las cercanías son los hillslion y los centipedes, los cuales son controlables sin son pocos, y efectivamente, hay muy pocos. -

Yumina volvió a repetir su reacción.

- Pero ayer, un grupo de tatachos por alguna razón bajaron de las altas montañas hacia el valle. Como si fuera poco estábamos luchando contra un centipede y un hillslion cuando los tatachos nos atacaron. -

No hubo respuesta.

- Luchamos por nuestras vidas, acabando con el gusano y con 2 tatachos, pero nuestras heridas y cansancio nos pasaban la cuenta. Nos lastimaron, y en una acción desesperada lancé mi mejor golpe, el Asura Strike, eliminando a otro Tatacho, pero convirtiéndome en peso muerto. Estábamos perdidos, pero la suerte nos sonrío al quedar aturdido el tatacho que quedaba. Aprovechando el tiempo, Charles luchó contra el león, mientras me gritaba desesperado que huyera, que pronto recuperaría la conciencia el Tatacho, que él me alcanzaría luego. -

- Y lo abandonaste a su suerte. -

Yumina abofeteó a Di Stéfano.

- Él me golpeó, lanzándome montaña abajo, yo jamás lo hubiera abandonado. Pero está vivo, aquí frente a nosotros. -

Yumina me miró por unos segundos, se me acercó y me abrazó fuertemente.

- No estoy segura que tú seas el Charles que conozco, ya sea por tener amnesia o por otro motivo. Mis dudas me rompen el corazón, quisiera creer que esto es un milagro, pero algo no encaja. -

- Yumina. -

Fue lo único que pude decir.

- ¿Charles tiene amnesia? -

Preguntó Di Stéfano, pero nadie le respondió.

- Charles, ¿Puedes contarme toda tu historia, aquella que te interrumpí una y otra vez? -

Así conté todo lo ocurrido. Mi vida en Aldebaran, mi amiga de la infancia Leivinia, mi participación en la WoE de Prontera. El extraño evento de los hombres descendiendo del cielo y otros ascendiendo desde el fondo de la tierra. El ataque luminoso que recibí y mi despertar en medio de las cordilleras de Manuk.

- Ragnarok. -

Dijo Di Stéfano ante nuestros rostros sorprendidos.

- No entiendo el resto de cosas que mencionas, el ser del otro lado del portal ni nada de toda esa extraña historia, pero las personas que descienden del cielo para luchar contra los seres de inframundo, ese es el Ragnarok. -

- Ragnarok. -

Repitió Yumina confundida.

- No sé el motivo por el que Charles soñara sobre el Ragnarok, pero es una señal importante. -

- ¿Quién dices que soñó? Yo viví ello, todo lo que digo es verdad. -

- Sí claro, ¿Entonces el Charles que vivió con nosotros, mi amigo y compañero de entrenamiento, lo soñé yo? ¿Y Yumina también, así como parte del campamento? -

No supe que responder ante eso.

- De todas formas, ese sueño es algo que no podemos ignorar, deberíamos ir a ver al experto en el tema del Ragnarok del campamento Midgard. -

- ¿Te refieres a ese paladín solitario y extraño? No quiero ir, da miedo. -

Yumina se negó, Di Stefano soltó una pequeña carcajada ante la reacción infantil de la HP.

- Barny definitvamente es extraño, pero es una buena persona, he hablado mucho con él, podemos decir que somos amigos, así que no tienes que temer. -

Di Stéfano intercambió miradas conmigo, haciéndome entender que yo también debía ir. La verdad me conviene ir, cualquier cosa que me de pistas sobre qué está ocurriendo me viene de maravillas.

Ragnarok, ¿El destino de los Dioses? Así que la gran guerra divina por fin llegó.

Llegamos a un edificio completamente diferente al resto, siendo más lúgubre. Di Stéfano tocó la puerta generando cierta melodía especial, con lo que la puerta abrió inmediatamente.

Caminamos por la casa a obscuras, pero el campeón sabía por dónde ir, guiándonos.

Al llegar a una habitación, velas se encendieron solas y dejaron ver a un paladin sentado sobre una silla, frente a su escritorio.

El verlo me dio escalofríos, si bien tiene ciertas diferencias en el peinado y color de pelo, el rostro y su cuerpo son idénticos al paladín legendario.

- Tanathos. -

Dije en voz alta. El paladin llamado Barny levanto sus cejas en señal de asombro, se puso de pie y se me acercó.

- Así que me conoces. -
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 04 de Noviembre de 2015, 02:12:38 am
Esta historia tiene de todo, enanos, herreros, mujeres voluptuosas, caballos voladores, espero la continuación ^^
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 04 de Noviembre de 2015, 19:52:33 pm
Prólogo: Ragnarok.

Parte 2.

Sí que es un lugar extraño pero acogedor. Apenas llegué al campamento, los guardias que custodiaban el puente que conectaba las montañas con el campamento salieron a recibirme.

Rodeado completamente por un gran lago, con 2 puentes que conectaban al campamento con sus únicas 2 salidas, uno hacia la montaña nevada y el otro hacia un frondoso bosque verde. Las distancias eran demasiado cortas como para creer que semejantes lugares se encontraban tan cerca, esto definitivamente no es parte de los 3 reinos, ni tampoco del sector internacional.

Por haber llegado de madrugada, no hay gente además de los guardias, quienes me ofrecieron una de sus tantas tiendas de descanso luego de oír mi historia. Según los guardias, ahora me encuentro en el Campamento Midgard.

Había oído en el pasado que luego de la derrota de Satan Morroc, se pudo contactar con otra dimensión, un nuevo mundo, y que sólo algunos selectos de élite podían viajar a explorar.

A pesar de haber transcurrido más de 30 años, el lugar sigue siendo restringido para público en general, por lo que fuera de historias y rumores, no tenía más información al respecto.

Rechacé la oferta de los guardias, mi espíritu aventurero me obligaba a explorar la zona, así me lleve lo que quedaba de la noche y gran parte de la mañana explorando cada rincón del campamento.

Un lugar repleto de personas de las 3 naciones y al parecer de una nación más. Gente muy amable y alegre, quienes saludaban a todo quien pasaba. Era casi como una ciudad.

Llegué a un sector que apestaba a animales, parecía ser un zoológico pero con criaturas que jamás en mi vida había visto. Un caballo con alas y cuerno, una extraña mescla entre pegaso y unicornio. También había pequeños leones, los que parecían ser gatos con melena. Una especie de humanoide peludo, como si fuera una versión cavernícola de la humanidad también se encontraba enjaulado.

Un hombre con ropas del estado de Arunafeltz llegó con kilos y kilos de pescado fresco.

- Charles, ha pasado un tiempo que no te veía ¿Ya ha mejorado tu salud? -

¿Me hablaba a mí? Yo a este hombre no lo conozco, pero definitivamente se dirigió a mí, luego de ver que no había nadie más a mí alrededor.

- Disculpe, ¿Quién es usted? -

- Jajaja, siempre tan gracioso. Por cierto, si buscas a mi hija, ella se encuentra donde siempre, ya sabes, su deseo por ser más fuerte la hace entrenar todas las mañanas. -

- ¿Su hija? ¿Dónde siempre? -

Ya no puedo estar más confundido ¿Me habrá confundido con alguien más?

- Yumina, tu amiga de la infancia, vamos crecieron juntos, no me hace gracia que juegues con este tema, aunque sea de broma. Si ella te escucha quizás se ponga triste, ya sabes, es muy sentimental con esas cosas. -

- Breeder Taab, por fin regresó y con bastante alimento para la semana, buen trabajo. -

Una mujer que parecía ser científica recibe al hombre llamado Taab.

- Ah Jane, fue una gran mañana de pesca junto a los Cat Agents. -

- Sí, puedo verlo. Oh pero si es Charles, seguramente está aquí buscando a Yumina como de costumbre. -

- Claro, pero esta vez llegó algo tarde, mi niña se aburrió de esperar y se fue a entrenar, deberías apresurarte o se enfadará de verdad, jajajaja. -

- ¿Entonces qué espera? A una dama no se le hace esperar. -

Prácticamente fui echado de aquel lugar.

Caminando por el campamento no dejaba de pensar en lo extraño de los eventos. Primero, ¿Cómo es que fui a parar aquí? En segundo lugar, aquellos tipos que afirman conocerme, que saben mi nombre, incluso esa información de que mi amiga de la infancia es una tal Yumina. ¿Estaré en medio de un sueño?

La reacción de la gente varía de acuerdo a que tan alejado me encuentro de aquel extraño zoológico, mientras más lejos, la gente parece no conocerme, mientras que por los alrededores, todo el mundo afirma que me conoce y hablan sobre la mujer de nombre Yumina.

De un momento a otro, una extraña luz verde ilumina el campamento en diferentes sectores. La luz proviene de una extraña esfera que antes no estaba, o no recuerdo haberla visto.

Es en la dirección al zoológico, por lo que investigar significaría volver a esa extraña sensación de ser conocido por gente desconocida, pero mi curiosidad es más grande.

Al llegar veo que esa gran esfera de luz se encuentra vigilada por muchos guardias, además de que construyeron varios muros a su alrededor, dejando sólo un camino para llegar a ella, camino fuertemente custodiado.

Pregunté por la esfera, a lo que un guardia respondió:

- Es el portal hacia el otro mundo, pero ya no funciona. Es recomendable que te mantengas alejado, no querrás desaparecer de este mundo para siempre. -

Si me aleje fue por el impacto mental que significaron las palabras “ya no funciona”, ¿Significa acaso que ya no puedo volver a mi mundo?

Comencé a rodear la esfera, ver que hay diferentes edificios con antenas gigantes hechas de cristales extraños apuntando hacia dicha esfera.

 Un niño que jugaba por el lugar chocó contra mí, cayendo al suelo.

- Auch… Cha… Charles… ¿Estás aquí?... Por favor, no me entregues a Yumina, ella me matará, no sabe diferenciar las bromas… -

- Calma niño, no haré nada de lo que dices, pero a cambio dime, ¿Dónde se encuentra Yumina? -

- Donde siempre, y al parecer está de muy mal humor. -

- ¿Podrías señalarme hacia dónde es? -

El niño me miro confundido, para luego apuntar en cierta dirección.

Seguí el rumbo que me dieron, ya que creo que lo mejor por ahora será averiguar más sobre este extraño lugar y sobre mi famosa amiga de la infancia.

Luego de minutos caminando puedo observar a una High Priest, sentada en la tierra, parecía estar meditando. Al acercarme, sin querer generé el ruido necesario para que la HP se fijará en mí, al parecer estaba atenta ante cualquier novedad.

- Charles, ¿Por qué te tardaste tanto? -

- ¿Yumina? -

Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 04 de Noviembre de 2015, 20:01:18 pm
Yo sigo pensando que esta historia debe tener tanto público como la de "No te enamores de mi", quiero creer que con el tema de la actualización no andan muy pendientes? Al menos aquí tienes a un fan  /idea
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 04 de Noviembre de 2015, 20:25:25 pm
Yo sigo pensando que esta historia debe tener tanto público como la de "No te enamores de mi", quiero creer que con el tema de la actualización no andan muy pendientes? Al menos aquí tienes a un fan  /idea

Gracias por el apoyo, en sí mientras a una persona le guste, dan ganas de escribir para que pueda seguir disfrutando de tus creaciones. Por cierto, cuando acabe el prólogo quiero proponerte algo. Por ahora paciencia.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 04 de Noviembre de 2015, 20:55:19 pm
Al menos aquí tienes a un fan  /idea

Guti ya nos estuvo haciendo promoción de la historia, y es verdad, esta muy buena, me gusta también la manera en la que estas escribiendo. Sigue así!!

cuando acabe el prólogo quiero proponerte algo

Se te dio Guti! (?
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 05 de Noviembre de 2015, 02:39:15 am
Encantado en lo que sea, todo para seguir deleitándonos con esta historia
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Ganondorf. en 05 de Noviembre de 2015, 04:00:53 am
No me había dado el tiempo de leer tu historia antes pero ahora que la leí déjame decirte que me ha gustado bastante y tiene muchos elementos interesantes que de seguro sabrás manejar bien.
Esta historia tiene de todo, enanos, herreros, mujeres voluptuosas, caballos voladores, espero la continuación ^^
Chris te faltó mencionar a las Lolis.
Ansío la continuación y espero que se ponga más emocionante, saludos ;)
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 05 de Noviembre de 2015, 23:33:10 pm
Prólogo: Ragnarok.

Parte 3.

- ¿Es todo lo que me dirás? Mi nombre no es una forma de pedir disculpas. -

No sabía que decir, ser conocido por alguien que yo no conozco es por lejos, una de las peores sensaciones que alguien puede sentir. No estoy seguro si esta gente miente o dice la verdad, si es una especie de trampa o si algo falla en mi interior.

Yo recuerdo bien mi pasado, recuerdo bien a mis amigos, familia, conocidos. Mi amiga de la infancia es Leivinia, y nadie más. Mi hogar es en Aldebaran, no en este campamento, y en ningún momento fui escogido para explorar estos lugares.

- ¿Estás bien? No estas reaccionando como siempre ¿Algo te preocupa? -

Parecía ser una preocupación sincera.

- Lo siento Yumina, pero no sé quién eres tú. -

Creo que fue la mejor decisión, enfrentar directamente el asunto.

Yumina frunció el ceño, aproximándose más hacia mí, quedando tan cerca que me es imposible el no ponerme nervioso.

Seamos honestos, esta mujer es hermosa, con ojos color esmeralda, cabello claro color rosado, con un largo de apenas hasta los hombros. Con 19 años, Yumina es de mi altura, siendo más baja que yo por tan solo un par de centímetros. Su cuerpo es completamente de mi gusto, bien proporcionado a su tamaño, sin grandes curvas exageradas, como las que tiene Neptunia por ejemplo.

Sus ropas de HP, verde claro con blanco, tienen ciertas diferencias con las tradicionales, comenzando por el largo del vestido, el cual es mucho más corto. Sus mangas no están ajustadas, estando sueltas sin poder dimensionar bien como son sus brazos. Además sus zapatos no son de tacón.

- No es gracioso lo que dices, si es una de tus bromas detente, no me gustó para nada. -

El tono de Yumina se volvió seco, ¿Estaba enojada? Lamentablemente no puedo hacer nada para aliviar su enojo.

- Yumina, no soy quien crees, yo no te conozco, ni pertenezco a este lugar, no pienses que es una broma porque no lo es. Algo extraño ha ocurrido y he venido a parar… -

No pude terminar de explicar nada, ya que aquellas lágrimas en el rostro de Yumina me dejaron mudo. La chica no dijo nada, simplemente dio media vuelta y se fue corriendo.

Intenté alcanzarla, pero ella es muy rápida, ahora entiendo porque no usa tacones.

Me sentía muy mal, aún sin conocerla no soy quien para hacerla llorar. Fue tal y como dijo Taab, “Si ella te escucha quizás se ponga triste, ya sabes, es muy sentimental con esas cosas”.

Tal vez sea yo el equivocado, tal vez de verdad sea de este mundo, pero de ser así ¿Quién es Leivinia y por qué tengo tantos recuerdos de mi vida con ella?

No sé, estoy confundido, son mis recuerdos contra aquel sincero llanto de una chica que afirma conocerme, y de varios relatos de algunos locatarios de este campamento.

Caminé por unos minutos regresando de las cercanías del bosque, tenía que pasar nuevamente por el puente para llegar al campamento.

Necesito regresar, encontrar a Yumina y descifrar de una buena vez que es lo que está ocurriendo. Si alguien tiene la respuesta que busco, ya sea buena o mala, esa es Yumina.

Unas campanadas muy fuertes inundan el campamento. La gente corre en todas direcciones preocupada, entrando en sus hogares, cerrando todo, puertas y ventanas.

Los guardias y algunas otras personas se posicionan como si fueran militares listos para una misión. Un Lord Knigth se encuentra gritando órdenes a todos.

- Compañeros, las pinguiculas se aproximan para invadir nuevamente el campamento, ya saben qué hacer, así que a tomar posiciones, POR MIDGAR. -

La euforia es total, todas las personas se dividen hacia diferentes sectores. El puente que conecta al campamento con las montañas es cerrado, mientras que el que conecta al bosque se mantiene abierto sin custodia.

En mi curiosidad escalo uno de los muros, siendo testigo de una estampida de pequeñas niñas plantas, que jamás había visto, aproximándose por el puente. Son cientos de ellas, tan pequeñas pero tan rápidas ¿Serán las famosas pinguiculas?

Una vez que estas chicas entraron al campamento, se dispersaron por todas partes, atacando todo a su paso. Las tiendas de los militares son destrozadas una tras otra. Los puestos del comercio también. ¿Nadie piensa hacer algo para detenerlas?

A medida que avanzaban, se dispersaban más y más, y en los momentos que llegaban de a pocas hacia el centro del campamento, las personas contra atacaron.

Diferentes jobs luchando contra estas niñas plantas. Ahora lo entiendo, las enfrentan cuando están dispersas, ya que todas juntas pueden ser mortales. ¿Significa acaso que estas niñas son criaturas poco inteligentes?

Me bajo del muro y frente a mí se encuentra una de estas niñas con una mirada curiosa. ¿Esta chica es realmente peligrosa? Aquella duda no dejaba de darme vueltas en mi mente.

La pinguicula miraba para todos lados intentando despistarme, pero conozco ese truco, definitivamente soy su blanco de ataque. Tomo mi hacha y me pongo en guardia.

En respuesta a mis movimientos, la niña planta me ataca saltando contra mí. Ese movimiento me tomó por sorpresa, por lo que recibo un rasguño de sus uñas con forma de espinas de rosa en mi rostro.

La niña es rápida, pero yo lo soy más, conectando más de algún golpe no mortal en ella. De pronto comienzo a sentirme mareado, pierdo fuerza en mis piernas cayendo sin remedio al suelo.

¿Esto es veneno? Seguramente son secuelas del rasguño en mi rostro. Si bien el efecto se pasó relativamente rápido, dio el tiempo suficiente para que esta niña extendiera lianas de su pequeño cuerpo amarrando mis piernas con ellas.

Me tiene atrapado en el suelo, forzándome a luchar acostado, teniendo claramente la ventaja. El no conocer a mi oponente me ha dejado muy mal parado, que vergüenza.

Suelto mi hacha y comienzo a luchar a punta de combos, con tan poco movimiento, no dejaré espacios vacíos en mi defensa. Pero esta niña es fuerte, no puedo manejarla bien, sufriendo varios cortes nuevos, los que me van mareando poco a poco.

Para mi alivio, alguien ha golpeado fuertemente a la pinguicula en la cabeza, aturdiéndola por completo. El efecto del veneno ha pasado y las lianas ya no me atan con fuerza.

Me pongo de pie para agradecer a quien me haya salvado y para mi sorpresa no es nada más que Yumina, sosteniendo un Stunner en sus manos.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 06 de Noviembre de 2015, 00:30:10 am
 /love /love
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 07 de Noviembre de 2015, 19:39:14 pm
Prólogo: Ragnarok.

Parte 4.

- No te entrometas en esto, es muy peligroso para ti. -

La expresión fría de Yumina me dejó congelado, es como si ella fuera otra persona.

- Si quieres sernos útil, entonces toma a esa pinguicula y llévala al centro del campamento. Déjala junto al resto de estas criaturas y te advierto, no te atrevas a matar a ninguna de ellas. -

Yumina me dio una última mirada a los ojos, para luego correr en dirección contraria a la que me indicó.

Tomé a esta inconsciente niña planta y seguí las órdenes de mi supuesta amiga de la infancia, quien ahora me da la impresión que me trata como a un desconocido.

En el centro del campamento efectivamente encuentro una gran cantidad de estas criaturas, eran literalmente una montaña, apiladas unas sobre las otras.

Una vez cumplidas mis órdenes, mi sangre orgullosa hirvió. ¿Quién se cree que es Yumina para decirme que es peligroso para mí? Revisé la cantidad de Zeny que tenía, calculé cuanto necesito para sobrevivir unos días, quedando satisfecho con los resultados, podré usar mis mejores técnicas.

Preparé mi Hurricane Fury, saqué una Berserk potion de mi carro, destapándola para tomarla cuando comience la batalla, y me dirigí hacia los campos de batalla.

Pero lo que vi me dejó pasmado. Era como ver a un arcángel volando en batalla. Yumina derrotaba una pinguicula tras otra con sólo un golpe de su Stunner. Sus ágiles movimientos tanto en la tierra, como sus saltos, sus movimientos evasivos la hacían parecer que tuviera alas.

En mi vida me encontré con muchas HPs, pero jamás vi una que recurriera a su fuerza bruta, una battle priest.

Mi corazón se aceleró al verla, su fuerza, su velocidad, sus ojos concentrados en sus rivales. Parecía que esta HP conocía de memoria a sus enemigos, pudiendo luchar contra 2 incluso 3 de ellas al mismo tiempo, encontrando el momento justo para ir noqueándolas de un mazazo en la cabeza.

Las campanadas vuelven a sonar, los gritos eufóricos de victoria son escuchados por todo el campamento. Aquel Lord Knigth de antes se acerca a Yumina y le acaricia la cabeza gentilmente.

- Buen trabajo como siempre Yumina. -

- Comandante Agip, las pinguiculas están todas apiladas en las carretas, sólo queda que usted autorice la salida para entrar en el bosque Splendide. -

Un soldado apareció para reportar la situación.

- Buen trabajo, regresen a esas niñas a su hogar, es una orden. -

El comandante sacó del bolsillo de su pantalón una tarjeta y se la entregó al soldado. Con una despedida al estilo militar, el hombre se alejó, dejando a Agip y Yumina solos.

- Charles, ¿Qué te ocurrió? -

Agip me preguntó con un tono de clara decepción. Pero para ser sinceros, no entiendo a qué se refiere.

- Al parecer sufre de amnesia, lo mejor será no presionarlo. -

Yumina fue en mi ayuda, o eso quiero creer. ¿Amnesia? A mi gusto, fue una mentira de Yumina para que el comandante no siga con su interrogatorio.

- Entiendo, es una lástima, espero que se recupere luego. Los dejo entonces, tenemos mucho trabajo que hacer con Abidal. Nuevamente, muchas gracias Yumina por tu ayuda. -

El comandante se despidió de nosotros y se retiró hacia un gran edificio, entrando por las puertas, desapareciendo de nuestras vistas.

- Él es el comandante a cargo del campamento Midgard, Hibba Agip, se podría decir que es como una especie de alcalde para esta comunidad. -

Miré extrañado a Yumina, quien al ver mi reacción tomó mi mano y la apretó con fuerza.

- ¿Quién eres tú? -

Me preguntó con una mirada decidida.

Por instinto traté de zafarme, pero su agarre es demasiado fuerte, no puedo quitármela sin forcejear.

- Mi nombre es Charles Faber, vengo… -

- Mientes, tú no eres Charles Faber, él jamás sería vencido por una pinguicula, ni me desconocería. -

Sus palabras me confundieron aún más.

- ¿Eres un Doppelganger? -

- ¿Qué estás diciendo? -

Respondí alterado, que me confunda con ese asesino es una gran ofensa.

- Ya te lo dije, es mi nombre y no pertenezco a este lugar. No te conozco, mi mejor amiga se llama Leivinia… -

- Si no perteneces a este lugar, ¿Entonces qué haces aquí? -

El tono de Yumina cambió, parece estar enojada y a la vez lastimada, parece ser que nuevamente está triste.

- Es lo que traté de decirte hace poco, estaba luchando por el castillo Gondul en Prontera cuando… -

- ¿Prontera? ¿Eres del otro lado del portal? -

- A por favor Yumina, ¿Puedes dejar que termine? -

Yumina bajó la mirada un poco avergonzada.

- De todas formas, no eres Charles Faber, no pueden existir 2 Charles. -

- ¿A qué te refieres? -

Pregunté confundido.

Yumina metió su mano derecha por el cuello de su traje de HP, sacando un bello colgante de plata con forma de corazón. Dentro había una foto. Simplemente no podía creer lo que veía.

Era yo de niño, puedo reconocerme, definitivamente soy yo, y a mi lado una versión joven de Yumina, ambos sonriendo, con nuestros rostros apegados.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 07 de Noviembre de 2015, 21:33:48 pm
Deberías postear 2 continuaciones que ayer no subiste una y me quedé con las ganas, pero valió la pena la espera quedé intrigado para la próxima
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: *Marta* en 07 de Noviembre de 2015, 21:39:28 pm
Esta muy interesante, sube lo mas rapido que puedas que tengo mono D:
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 07 de Noviembre de 2015, 23:50:04 pm
Gracias por los comentarios de apoyo, ahora me gustaría pedirles un favor.

Di Stéfano, ¿Recuerdas que te dije que quería hacerte una proposición cuando acabara el prólogo? Pues me arrepiento, prefiero hacerla ahora.

Necesito introducir nuevos personajes para la siguiente parte, y en general para toda la historia, y si algo me retrasa por ser mala en ello, es en inventar nombres nuevos. Por lo que les propongo a todos los que llegaran hasta esta parte de la historia, el permitirles participar de ella, siendo uno de mis personajes (al fin y al cabo el Ragnarok es el final del juego, no sería nada descabellado que todo el server participara).

De estar de acuerdo, necesitaria:

1. Su nombre del PJ (en lo posible que no sean pjs con nombres ilógicos, como "Mis Ventas", "Al Suelo", "Te Peto", etc.).
2. Su Job.
3. Los colores de su ropa y estilo de peinado.
4. Alguna rápida descripción de tipo de personalidad o frase que usen mucho (esto es opcional, de todas formas, muchos personajes los tengo pensados, sólo me faltaría el nombre).

Dependiendo del job que sean, los iré encajando en la historia.

Sólo para que se den una idea, el único nombre inventado en esta historia es Charles Faber, el resto son npc o mis propias pjs, como Leivinia, Neptunia y Yumina.

Me aliviaran bastante el trabajo y sería interesante, creo yo, pero les advierto, les puede tocar ser ayudantes del protagonista, antagonistas, puede que sufran alguna muerte en medio de la historia o lleguen hasta el final.

¿Qué opinan, les gusta la idea?
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 08 de Noviembre de 2015, 01:09:17 am
Por mi está bien, dentro de un rato te paso lo que pides ^^
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 08 de Noviembre de 2015, 06:06:18 am
Prólogo: Ragnarok.

Parte 5.

- ¿Cómo…? ¿De dónde has sacado eso? -

Una pregunta estúpida la verdad, supongo que mi asombro no me ha dejado pensar claramente.

- Es un recuerdo de mi amigo Charles Faber, quien claramente no eres tú. -

- No es posible, no pueden tener razón, toda mi vida no puede ser una mentira. -

- No entiendo a qué te refieres… -

- Calla, ustedes deben ser los que mienten, esto debe ser una especie de trampa, algún truco ya sea de los hombres del cielo o de aquellos que surgieron desde el fondo de la tierra. -

- ¿Hombres del cielo y de la tierra? -

Mi desesperación me tiene dominado, no escucho lo que Yumina intenta decirme, sólo grito desesperado. Estoy en un lugar desconocido, sin mis amigos, sin mi familia y peor, sin identidad.

Con un fuerte mazazo en la cabeza, Yumina opta por tranquilizarme, quitándome la consciencia.

Despierto en una habitación desconocida, con un fuerte dolor de cabeza. Me encuentro acostado y tapado en una cama. Me levanto percatándome de que todas mis cosas se encuentran en una esquina, mi carro, mi hacha.

Tomo mis cosas y salgo de la habitación, recorriendo lo que parecía ser el interior de una casa.

- Charles, ¿Te encuentras mejor? Yumina te trajo, al parecer no fue un buen día para ti contra las pinguiculas. -

Esa voz, no puede ser, la reconozco… Sí, no hay duda, es mi madre.

- Madre, ¿Qué estás haciendo aquí? -

- Hoy no me toca trabajar, ¿Se te olvidó acaso? -

- Oh, verdad. -

Mentí, no hay manera de que mi madre esté aquí, y en caso de que sea parte de la trampa, no quiero involucrarla en problemas.

Mi madre preparó la cena, mi comida favorita, con el mismo sabor que recuerdo. Además, mantuvimos una conversación bastante agradable, evitando tocar todo lo relacionado a este mundo.

Definitivamente es mi madre, de eso no hay dudas.

Si bien estar con ella me ha renovado el ánimo de cierta manera, me es necesario pensar las cosas con calma y en lo posible sólo.

Me despedí de aquella mujer a quien amo, y salí de la casa.

Creo que lo mejor será regresar a mi punto de partida, puede que consiga una pista en aquella montaña.

Salí por el puente en dirección a las altas cordilleras nevadas, pero un guardia vigilaba el camino esta vez.

- No estás autorizado por el comandante Agip, ni por ninguno de los altos rangos para seguir por este camino. Es muy peligroso, mejor regresa. -

Por más que intenté convencer al guardia, no hubo caso. No recuerdo que este hombre estuviera cuando recién llegué.

Sin saber qué hacer y completamente decepcionado, me acerqué al lago notando algo extraño, tiene corriente. Eso significa que no es un lago, sino más bien un río.

Mientras más tiempo me quedo aquí, más me asombra este lugar, un campamento construido entre un río que se divide en 2, dejando un gran terreno de tierra como si fuera una isla. Si contara esto en Aldebarán, difícilmente alguien me creería.

Me pregunto, ¿Qué pensaría Leivinia ante esto? Seguramente le buscaría una explicación física y se volvería loca intentando encontrar la forma de poder viajar a este mundo para estudiarlo.

Observando el rio perdido en mis pensamientos noto algo fuera de lugar. Es como una especie de documento flotando siguiendo la corriente del río.

Entro a las aguas y recojo el documento. Es una carpeta con el nombre Messy File N° 25 por Hansenne, Ryosen y Hue. Muchas de sus hojas están hechas un desastre, pero aún se puede leer varias partes.

“Año 25 desde nuestra llegada, no hay mayor información sobre el motivo por el que se abrió el portal, mucho menos de la razón por la que se cerró…”

Sigo leyendo interesado.

“Las tribus de los Saphas y los Laphine siguen sin ser capaces de comunicarse con nosotros, sus lenguajes son tan densos y extraños que nuestro experto en lenguas no ha sido capaz de descifrar más que algunas palabras…”

¿Sapha, Laphine? Pero qué demonios. Seguí leyendo.

“Hemos encontrado vestigios de que un gigantesco árbol te guía por una caverna subterránea, a la vez que no parece tener un límite en su altura, desconocemos si  tiene alguna relación con las raíces del Yggdrasil que nos guían a Niffelheim, pero creemos que son el mismo árbol, ya que por los alrededores solemos encontrar semillas y frutas del árbol sagrado…”

“Por ahora no hay más información, esperamos encontrar las respuestas a nuestras incógnitas pronto.

Año 723 N.E.F”.

Un reporte de hace 5 años. Pero no entiendo algunas cosas, ¿Cómo es eso de que no saben el motivo por el que se abrió el portal? Es conocimiento de todos que fue por Satan Morroc, esconderlo no tiene sentido. Es muy raro.

- Charles. -

Escuché a lo lejos. Es Yumina quien se acerca caminando.

- Tenemos que hablar. -

Me dijo con voz firme.

- Pensé que estaba todo dicho ¿Por algo me golpeaste en la cabeza no? -

- Te golpee porque te descontrolaste. -

Nuestras miradas chocaron, ahora ambos estamos molestos.

- Hablé con la Sra Faber y no encontró nada raro contigo, así que por favor, deja de fingir que no me conoces, me lastimas con tus bromas. -

- ¿Mi madre? -

- Si ella te reconoció no hay forma de que seas alguien más que Charles Faber, por lo mismo, deja tus bromas. -

Lagrimas cayeron por las mejillas de Yumina, seguidas de un fuerte abrazo. No pude reaccionar, no sabía qué hacer, que decir, sólo seguí escuchando lo que me decía en medio de sus sollozos.

- Por favor, no sabes cuánto me dañas. Si de verdad sufres de amnesia dímelo, no te avergüences, yo como tu amiga te ayudaré, pero no inventes que tienes otra amiga, no me niegues más. -

No le respondí, no era capaz de romperle el corazón, pero tampoco de darle falsas ilusiones. Sólo le besé la frente. Ella se notaba angustiada y ansiosa por una respuesta de mi parte, lo pude ver en sus ojos color esmeralda.

- Yumina, ¿Puedo preguntarte algo? -

Ella asintió con un movimiento de su cabeza.

- Ayer, ¿Qué fue lo que hice ayer? -

- Fuiste de cacería a las cordilleras de Manuk con Di Stéfano. -

- Ese tal Di Stéfano ¿Quién es? -

- Es nuestro amigo, un compañero de entrenamiento. -

- Yumina por favor, llévame con él. -
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 08 de Noviembre de 2015, 22:01:32 pm
Prólogo: Ragnarok.

Parte 6.

Yumina me guío por el campamento hacia el sector sur, deteniéndonos en una de las tantas viviendas del sector.

- Hermana, Charles, ¿Qué hacen por aquí? -

Una High Acolita nos observaba con una mirada traviesa desde atrás de una casa aledaña.

- Kinuhata, ¿No se te dijo que dejaras de entrenar por unos días? Así jamás pasarás la prueba del Campeón. -

- No hermana, no estoy entrenando, cumplo con mi fase de meditación y paz corporal. -

- Entonces ¿Por qué estás acosando nuevamente a tu futuro mentor? -

- ¿Acosar dices? Aunque no niego que estoy muy emocionada, más aun pensando que tendré a uno de los mejores campeones del campamento Midgard como entrenador. Pedir consejos y hablar sobre mi futuro no va contra las reglas de la prueba final. -

- Como digas. -

Yumina ignoró a su hermana, y tocó con cierta agresividad a la puerta de la casa de Di Stéfano. No hubo respuesta, por lo que Yumina tocó con más fuerza aún.

Kinuhata aprovechó el momento que crucé miradas con ella para llamarme con un gesto silencioso de manos.

- Charles, Charles. -

Me susurró con un tono apenas audible. Me acerque a ella en respuesta a su llamado. Kinuhata es una High Acolyte de 17 años, pelo corto color marrón, con un parecido notable a Yumina, con los mismos ojos color esmeralda.

Con una altura de 1 metro con 64 centímetros y un cuerpo similar al de su hermana, pero con un busto más pequeño, a la vez que su cintura y piernas son más hermosas, mejor moldeadas. Sus ropas del oficio son negras con sus detalles color rojo.

- ¿Han avanzado en su relación con Yumina? -

Dijo riéndose pícaramente. Mi reacción no se hizo esperar, pero antes de decir o hacer cualquier cosa, Kinuhata se cubrió la cabeza con sus manos. Al no ver la respuesta que esperaba me miró confundida.

- ¿No vas a golpearme como siempre? Eso quiere decir, que si avanzaron esta vez. Oh que emoción. -

- No tengo idea de que hablas, pero estás equivocada en todo lo que piensas. -

- ¿Hmmm? Tu reacción parece ser sincera… -

Un grito seco nos distrajo.

- Ah Yumina, ¿Qué haces aquí? -

El grito provino desde adentro de la casa.

- Necesito que abras la puerta. -

Respondió más calmada Yumina al ver que por fin consiguió respuesta.

- Lo lamento, no puedo atenderte hoy, vuelve otro día. -

- ¿Cómo dices? Di Stéfano, no es momento para bromas, abre la puerta. -

No hubo respuesta. La furia de Yumina comenzó a elevarse como espuma, golpeando la puerta cada vez más fuerte.

- Si no abres tiraré la puerta, sabes que soy capaz de ello. -

Nuevamente no hubo respuesta. Yumina enfada, de un golpe de su Stunner rompió el pomo de la puerta y con una fuerte patada, tiró la puerta. Posteriormente, la HP entró, invadiendo un hogar ajeno.

- Deberías de ir con ella, hoy está verdaderamente enfadada, no sé qué le hiciste, pero mejor hazte responsable. -

Fui empujado por Kinuhata con una gran fuerza. Estas hermanas son cosa seria, tienen una fuerza bruta impresionante.

Entro en la casa de Di Stéfano y lo veo sentado contra la pared, con Yumina frente a él.

- Disculpa Yumina, te juro que a mí me duele tanto como a ti. -

- No sé de qué me hablas. -

- ¿No vienes por el tema de Charles? -

- ¿Cómo supiste a lo que venía? -

- Por lo mismo, te pido disculpas, yo hubiera preferido morir junto a él… Wah Charles, ¿Estás vivo? No puedo creerlo. -

¿Muerto? Esa reacción me dejó sin palabras. Di Stéfano se puso de pie y fue a abrazarme, apretándome los brazos, golpeando mi espalda, incluso me dio una fuerte y dolorosa patada en las piernas.

- ¿Qué demonios te ocurre? -

Grité enfadado, empujando al campeón con mis manos. Di Stéfano es un hombre de 21 años, de mi estatura, de ojos negros. Con pelo largo y blanco, amarrado con una larga trenza. Sus ropas de campeón son blancas, con detalles rojos y cinturón negro.

- Charles, estás vivo de verdad. No vuelvas a repetir lo que hiciste, no la volverás a contar. -

Yumina tomo por los hombros del traje a Di Stéfano, levantándolo en el aire.

- ¿Dices que Charles pudo haber muerto? Explícate. -

- Yumina, calma por favor. -

La chica baja al campeón, cruzándose de brazos mientras espera una explicación.

- Sabes que ayer fuimos a entrenar a las cordilleras de Manuk como de costumbre. -

Yumina asintió con un movimiento de su cabeza.

- Sabes que lo más peligroso por las cercanías son los hillslion y los centipedes, los cuales son controlables sin son pocos, y efectivamente, hay muy pocos. -

Yumina volvió a repetir su reacción.

- Pero ayer, un grupo de tatachos por alguna razón bajaron de las altas montañas hacia el valle. Como si fuera poco estábamos luchando contra un centipede y un hillslion cuando los tatachos nos atacaron. -

No hubo respuesta.

- Luchamos por nuestras vidas, acabando con el gusano y con 2 tatachos, pero nuestras heridas y cansancio nos pasaban la cuenta. Nos lastimaron, y en una acción desesperada lancé mi mejor golpe, el Asura Strike, eliminando a otro Tatacho, pero convirtiéndome en peso muerto. Estábamos perdidos, pero la suerte nos sonrío al quedar aturdido el tatacho que quedaba. Aprovechando el tiempo, Charles luchó contra el león, mientras me gritaba desesperado que huyera, que pronto recuperaría la conciencia el Tatacho, que él me alcanzaría luego. -

- Y lo abandonaste a su suerte. -

Yumina abofeteó a Di Stéfano.

- Él me golpeó, lanzándome montaña abajo, yo jamás lo hubiera abandonado. Pero está vivo, aquí frente a nosotros. -

Yumina me miró por unos segundos, se me acercó y me abrazó fuertemente.

- No estoy segura que tú seas el Charles que conozco, ya sea por tener amnesia o por otro motivo. Mis dudas me rompen el corazón, quisiera creer que esto es un milagro, pero algo no encaja. -

- Yumina. -

Fue lo único que pude decir.

- ¿Charles tiene amnesia? -

Preguntó Di Stéfano, pero nadie le respondió.

- Charles, ¿Puedes contarme toda tu historia, aquella que te interrumpí una y otra vez? -

Así conté todo lo ocurrido. Mi vida en Aldebaran, mi amiga de la infancia Leivinia, mi participación en la WoE de Prontera. El extraño evento de los hombres descendiendo del cielo y otros ascendiendo desde el fondo de la tierra. El ataque luminoso que recibí y mi despertar en medio de las cordilleras de Manuk.

- Ragnarok. -

Dijo Di Stéfano ante nuestros rostros sorprendidos.

- No entiendo el resto de cosas que mencionas, el ser del otro lado del portal ni nada de toda esa extraña historia, pero las personas que descienden del cielo para luchar contra los seres de inframundo, ese es el Ragnarok. -

- Ragnarok. -

Repitió Yumina confundida.

- No sé el motivo por el que Charles soñara sobre el Ragnarok, pero es una señal importante. -

- ¿Quién dices que soñó? Yo viví ello, todo lo que digo es verdad. -

- Sí claro, ¿Entonces el Charles que vivió con nosotros, mi amigo y compañero de entrenamiento, lo soñé yo? ¿Y Yumina también, así como parte del campamento? -

No supe que responder ante eso.

- De todas formas, ese sueño es algo que no podemos ignorar, deberíamos ir a ver al experto en el tema del Ragnarok del campamento Midgard. -

- ¿Te refieres a ese paladín solitario y extraño? No quiero ir, da miedo. -

Yumina se negó, Di Stefano soltó una pequeña carcajada ante la reacción infantil de la HP.

- Barny definitvamente es extraño, pero es una buena persona, he hablado mucho con él, podemos decir que somos amigos, así que no tienes que temer. -

Di Stéfano intercambió miradas conmigo, haciéndome entender que yo también debía ir. La verdad me conviene ir, cualquier cosa que me de pistas sobre qué está ocurriendo me viene de maravillas.

Ragnarok, ¿El destino de los Dioses? Así que la gran guerra divina por fin llegó.

Llegamos a un edificio completamente diferente al resto, siendo más lúgubre. Di Stéfano tocó la puerta generando cierta melodía especial, con lo que la puerta abrió inmediatamente.

Caminamos por la casa a obscuras, pero el campeón sabía por dónde ir, guiándonos.

Al llegar a una habitación, velas se encendieron solas y dejaron ver a un paladin sentado sobre una silla, frente a su escritorio.

El verlo me dio escalofríos, si bien tiene ciertas diferencias en el peinado y color de pelo, el rostro y su cuerpo son idénticos al paladín legendario.

- Tanathos. -

Dije en voz alta. El paladin llamado Barny levanto sus cejas en señal de asombro, se puso de pie y se me acercó.

- Así que me conoces. -
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 08 de Noviembre de 2015, 22:53:06 pm
 por qué Barny tiene mejor papel que yo  /cry Cada vez se pone mejor la historia sigue así
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 09 de Noviembre de 2015, 01:59:41 am
por qué Barny tiene mejor papel que yo  /cry Cada vez se pone mejor la historia sigue así

Siempre voy a ser mejor que vos Guti ò.o

Soy extraño T-T
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: PIM PAM PIM PAM en 09 de Noviembre de 2015, 02:03:56 am
por qué Barny tiene mejor papel que yo  /cry Cada vez se pone mejor la historia sigue así

Porque es famoso y tiene muchas mojabragas
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 10 de Noviembre de 2015, 01:04:27 am
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 1.

La mañana ha llegado, aun estando en verano, el estar en medio de las montañas hace que sea una fría mañana.

Hay bastante trabajo por hacer, volverme más fuerte es una tarea crucial, mientras más rápido lo logre mejor.

La exploración del nuevo mundo será llevada a cabo por mí, la gente me dice que estoy demente, incluso en su momento el comandante Hibba Agip también lo pensó, pero luego de una acalorada discusión, aceptó que yo fuera parte del grupo de exploración.

Por lo mismo, aumentar mis capacidades en batalla es imperativo.

Sobre el escritorio de mi habitación, hay varios reportes sobre los monstruos encontrados en los alrededores. Son muy detallados, un dibujo exacto de ellos, el cómo atacan, sus atributos, dónde aparecen, sus puntos débiles, etc.

Hay uno con datos en blanco y otros con varios signos de interrogación. Draco, es el monstruo que le faltan datos, mientras hay otros con dibujos completamente diferentes al resto, como si fueran de un relato al azar, parecen ser una ardilla gigante, un extraño animal mitad caballo, mitad ciervo con una gigantesca espada, hombres de agua, esferas de fuego grises. Hay una nota con respecto a estos monstruos que dice: “Lugar muy peligroso, estrictamente prohibido ir sólo o con poca compañía”.

Alguien golpea a la puerta de mi habitación, es Yumina quien vino a visitarme.

- ¿Estás seguro que deseas continuar? -

Me preguntó preocupada.

- Es mi deber, mi gente me necesita. -

Yumina sonrió falsamente.

- Nosotros también somos tu gente, al fin y al cabo eres Charles Faber. -

Acaricié la cabeza de Yumina cariñosamente.

- Sé que podría tener una nueva vida aquí con ustedes, son buenas personas y me conocen bastante. Pero no soy quien tú esperas que sea, eso jamás se cumplirá. -

- Pero seguramente morirás antes de cumplir con tus objetivos ¿Qué ganarías con eso? ¿Esa chica Leivinia es tan importante para ti? -

Hubo un silencio que duró varios minutos. No quería responder a las preguntas de Yumina, sé que cada una de mis respuestas la lastiman más, pero no puedo negar mis orígenes, mi mundo, mis amigos, no podría vivir con ello.

- Yumina, tú estuviste en ese momento, sabes que una vez que el Ragnarok se desencadena, es cosa de tiempo para que aquí también ocurra. -

- Pero quizás no estemos más con vida cuando pase, no es justo que un evento que aún no me afecta me quite aquello que más amo. -

- Yumina… -

- Sí lo sé, ya te perdí, sé que soy egoísta, pero entiéndeme, no podré soportar saber que te volverás a ir de mi vida. -

Nuevamente el silencio reinó en la habitación. Yumina comenzó a llorar, a lo que la abracé lo más fuerte que pude sin lastimarla. A pesar de conocerla por tan poco tiempo, extrañamente me he encariñado con ella y no me gusta verla llorar así.

Yumina se secó las lágrimas, para luego mirarme a los ojos por unos segundos. Esos ojos color esmeralda me rogaban que me quedara con ella, pero no daré marcha atrás.

- Charles, sé que no podré convencerte, eres igual a como te conocí. -

Su mirada cambió, sus ojos estaban más hermosos que de costumbre, con un brillo que acelera mi corazón.

- Por lo mismo, no cometeré el mismo error 2 veces… Charles, yo te amo. -

Dicho esto, Yumina me besó apasionadamente. Mi resistencia fue inexistente, aceptando por completo el acto de amor de Yumina.

- No es necesario que me respondas, sé mejor que nadie en la situación en que estoy. Te ayudaré a cumplir tus metas, luego de eso, prométeme que me responderás a mi confesión. -

No respondí como es lógico, necesitaba mucho tiempo para poder procesar lo ocurrido, tiempo que claramente no tengo. Yumina, no niego que conocerla cambió mi vida.

Ambos salimos de la casa y para nuestra sorpresa Kinuhata y Di Stéfano nos esperaban afuera.

- Supongo que no lograste convencerlo, ¿Cierto Yumina? -

Preguntó confiado en sí mismo Di Stéfano. Yumina respondió con un movimiento negativo de su cabeza.

- Era de esperarse, al fin y al cabo es Charles, aunque no sea nuestro Charles, sigue siendo el mismo tonto. -

- Lo que quiere decir mi tutor, es que nosotros también ayudaremos a Charles a cumplir sus objetivos. -

- Argh, Kinuhata… pero es como dice, Charles, te debo la vida, además eres mi mejor amigo, incluso sin lo primero te hubiera ayudado de todos modos. -

- Y yo lo encuentro emocionante, prefiero morir en batalla haciendo algo que marque mi nombre en la historia que de vieja. -

- Eso si Kinuhata, tú primero tienes que ser campeona y pasar por mi entrenamiento, que te advierto, será muy duro y riguroso. -

Es un grato ambiente, me alegra el haber hecho amigos tan buenos, aunque recién los esté conociendo.

- Entonces, comencemos nuestro entrenamiento, Kinuhata, aprovecharás el último día de tu descanso corporal, observando a tu gran maestro en batalla. -

Así se me pasó toda la mañana entrenando con mis nuevos amigos.

¿Qué? No me digan que están confundidos, bueno, si no fuera porque yo viví todo también lo estaría. ¿Preguntan por Barny y que pasó después de eso? Sí, a eso voy, será para la siguiente parte, ahora volveré a mi entramiento.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 10 de Noviembre de 2015, 01:20:13 am
Tengo algunos mensajes que dar a mis lectores.

1. Hay un papel de HW disponible (tiene que ser femenino) por si desean participar en la historia (de todas formas, tengo una de mis pjs para suplir ese puesto en caso que nadie se anime).

2. Dejé todas las partes del prólogo como Spoiler en el primer post para una fácil lectura y mayor orden. Ocurrirá lo mismo con el Objetivo 1 cuando esté completo, estando todas las partes en el primer post (si es que se puede soportar tantas letras), si no, se verá que hacer cuando llegue el momento.

3. Mis días libres casi se acaban, por lo que cuando vuelva al trabajo, no tendré casi nada de tiempo para escribir, por lo que, este ritmo de una parte diaria me será imposible. Intentaré de todas formas no descuidar la historia, pero si me pasa mucho tiempo y no respondo, ya saben el motivo.

Cambio y fuera.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 10 de Noviembre de 2015, 02:59:47 am
Noooo!!! Quiero sabe que paso con Barny!!! T.T

Aunque tardes mas no dejes la historia a medias que esta muy buena!!
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 10 de Noviembre de 2015, 04:16:24 am
La historia se está poniendo muy buena, aunque demores seguiremos esperando la continuación.

Mata a Barny a nadie le importa
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 13 de Noviembre de 2015, 17:14:05 pm
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 2.

Han pasado varios días, Kinuhata ya es campeona y aprende bastante rápido las técnicas y el estilo de lucha de Di Stéfano. Al igual que su maestro y su hermana, ella optó por el uso de una maza y no golpear con sus puños.

Nuestras habilidades han aumentado también, pero no es suficiente para nuestro objetivo final. Seguramente necesitaremos ayuda, pero por ahora a ser más fuertes.

Ya caída la noche, me encuentro acostado sobre mi cama leyendo los reportes de inteligencia, sobre algunos monstruos que debemos estudiar a fondo: tatachos, hillslion y centipede por el lado de Manuk y naga, luciola vespa y cornus por el lado de Splendide.

Nuestros objetivos son los 2 monstruos más poderosos de cada lugar, Hardrock Mammoth y Tendrilion.

Según Barny, aquellos monstruos están muy conectados con el destino del Ragnarok, pero son neutrales a la guerra, por lo que el reclutarlos sería la mejor opción y definitivamente necesitamos su ayuda para el premio mayor.

Barny, la reencarnación del paladín legendario, Tanathos, o mejor dicho, aquella reencarnación que no fue poseída por el mal que encierra.

Aún ronda por mi mente aquel día, en que todo fue revelado, en que mis dudas al fin se despejaron.

En esos momentos Barny se me acercó luego de reconocerlo.

- ¿Cómo sabes quién soy yo? -

Me preguntó afirmando a todos que mis palabras eran correctas.

- ¿Paladín legendario? -

- ¿Tanathos? -

Las preguntas de mis amigos eran ignoradas por Barny, quien estaba enfocado sólo en mí, observándome de pies a cabeza tal cual buitre.

- Tú no perteneces a este mundo, ¿Qué te trae a esta dimensión? -

Concluyó Barny ante la sorpresa de todos, incluida la mía.

- Efectivamente, soy del otro lado del portal, de Aldebaran. -

- No me refiero a eso. -

Replicó Barny.

- No es si perteneces a otra rama del Yggdrasil, es que no perteneces a esta dimensión, a este mundo, eres de otro mundo, un mundo paralelo si lo quieres poner en palabras más simples. -

Esas palabras me dejaron mudo. A pesar de que no entiendo a qué se refiere exactamente, suena muy feo. Un miedo latente se agranda en mi corazón.

- Si no es mucha molestia, dime cómo fue que llegaste hasta aquí. -

Respondí lo mismo que a Yumina y Di Stéfano. Barny se sentó a pensar, posteriormente tomo una hoja de papel y una pluma para escribir, posándola sobre un jarro de tinta.

Luego de escribir y dibujar por varios minutos, observó a Yumina y Di Stéfano.

- ¿Qué los trae a ustedes aquí? -

Yumina se descargó con todo, negando cada una de las palabras de Barny, mostrando incluso la foto que guarda como un tesoro sobre nuestra niñez. Di Stéfano también se agregó a la discusión, contando sobre el incidente en las cordilleras de Manuk, aludiendo a que todo es producto de aquella batalla, que yo tengo amnesia.

- Claro, eso lo explica. -

Barny continúo escribiendo y dibujando.

- Miren, este es Charles Faber en su mundo de origen, aquí él vive en Aldebaran, lucha WoEs, etc. En este mundo está desencadenándose el Ragnarok, la guerra entre los Dioses. Ahora observen a este Charles Faber de esta otra dimensión, aquí vive en el campamento Midgard, tiene de amigos a ustedes, Yumina y Di Stéfano, aquí el Ragnarok no ha ocurrido. -

Barny se puso de pie acercándoseme, para poner sus manos sobre mis hombros.

- Es un verdadero milagro que estés vivo. -

Me dijo con notable seriedad.

- Ese ataque luminoso que recibiste en aquella ocasión no te mató, pero te dejó vagando en el vacío, viajando a través del tiempo y el espacio. -

Barny retiro sus manos de mí, acercándose a Yumina y Di Stéfano con un rostro que reflejaba pesar.

- Su Charles Faber efectivamente murió en aquel ataque de los tatachos. -

Hubo sólo silencio, ni Yumina ni Di Stéfano pronunciaron palabra alguna.

- Aquella muerte generó que este Charles, quien viajaba por el tiempo y el espacio sin rumbo ni destino, tuviera al fin un lugar al que volver. Es un reemplazo entre el Charles que ha muerto y el que vagaba en el vacío. -

Yumina se desmoronó, cayendo de rodillas al suelo, de sus ojos caían 2 ríos de lágrimas. Di Stéfano en cambio, reacciono de forma agresiva, encarando a su amigo Barny.

- Mientes. -

- ¿Por qué habría de mentir? ¿Crees tú que sólo existe una línea temporal, un solo mundo? Pregúntale a Charles, como es que me reconoció, seguramente en su mundo yo soy parte del otro lado del portal. -

Di Stéfano me miró de forma intimidante, pero Barny tiene razón por mucho que a Di Stéfano no le guste.

- En mi mundo, fuiste dominado por la maldad de Satan Morroc, liberando tus emociones más dolorosas, convirtiéndote a ti y a tus emociones en monstruos. -

- ¿Y en ese mundo, Satan Morroc está libre? -

- ¿Aquí no? Fue Satan quien abrió el portal que lleva al nuevo mundo. -

- ¿Me ves controlado por la maldad? Aquí no se ha liberado Satan y no ocurrirá. -

Golpee descontrolado la mesa con mi puño. Esta verdad me explica todo, soy de otra línea temporal, por lo que ni aun viajando por el portal del campamento Midgard regresaría a mi mundo, solo viajaría a Aldebaran a enterarme que yo jamás existí allí.

- Con respecto al Ragnarok, una vez que desencadena en un mundo, se hará en todos los mundos. -

Aquellas palabras a mí ya no me interesaban, pero descontrolaron aún más a Di Stéfano.

- ¿Quieres decir que en cualquier momento ocurrirá aquí y destruirá nuestro mundo? -

¿Destruir su mundo? ¿Quiere decir que mi mundo ha sido destruido?

- Ocurrirá eventualmente a menos que alguna línea temporal sea capaz de detener el Ragnarok, evitando la destrucción total. -

- ¿No es una destrucción inmediata? -

Pregunté extrañado.

- Claro que no, es una guerra entre los dioses, la que terminará en empate, luego de que el mundo sea destruido por completo. Para evitar eso, uno de los bandos debe ganar. -

- O sea, es posible que mi mundo aún exista. -

- Es posible. -

- Barny, ¿Cómo puedo volver a mi mundo? -

- Lo siento, yo no puedo ayudarte. -

- Pero yo sí. -

Escuchamos una voz grave y maligna viniendo del interior de Barny.

- Esa voz, Satan Morroc. -

Grité casi en shock.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 13 de Noviembre de 2015, 18:05:38 pm
Barny de mierda, extraño y "mostro" a la vez
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 13 de Noviembre de 2015, 21:03:50 pm
Que buenooooooooooo!!! Me encanta esta historia! *-*
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: harrys20 en 13 de Noviembre de 2015, 21:51:53 pm
excelente historia espero la continuación por alguna razón me recuerda la historia del ragnarok que leí en otro lugar que sacaron del manhwa esta parece la continuación o por el estilo pero esta genial  /idea
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: kmoc en 16 de Noviembre de 2015, 12:55:12 pm
Tu historia está muy buena!!  /love /love /love
De verdad te felicito y espero que más personas lo lean porque vaya que tenés talento.

Espero leer continuación pronto. Me uno al club de fans de Guti y el rarito de Barny
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 16 de Noviembre de 2015, 18:11:11 pm
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 3.

- Yo tengo el poder para no sólo viajar entre dimensiones, también para viajar a través del tiempo. Soy capaz de regresarte a tu línea de tiempo. -

- No me digas, y seguramente pedirás como condición tu liberación para llevarlo de vuelta, ¿No? -

- No sería un mal trato, pero eventualmente encontraré la manera de liberarme, me es más conveniente hacerlo por mí mismo. Dime Tanathos, ¿Qué tienes pensado hacer ante un eventual Ragnarok en nuestro mundo? -

- Eso lo veré cuando llegue el momento. -

- Torpe iluso, el momento ya llegó, tenemos la opción de actuar y cometer errores ahora, ya que cuando el Ragnarok llegue a nuestro mundo, no habrá espacio para equivocaciones, así que mientras antes se tomen cartas en el asunto, más provecho podremos sacar. -

- ¿Qué estás planeando Satan? Primero quieres destruir el mundo y ahora quieres salvarlo, es imposible el creer cualquiera de tus palabras. -

- ¿Salvarlo? No seas ingenuo, si el mundo es destruido por estos estúpidos Dioses, no tendré futuro, no podré gobernarlo, ellos son mis enemigos, al igual que de ustedes. Esto no nos vuelve aliados, pero si compañeros por un mismo objetivo. -

- No me convences, no te liberaré por algo casi sin fundamentos. -

- ¿Qué eres sordo? No necesito que me liberes, yo lo haré eventualmente por mi cuenta, para viajar a través del tiempo y el espacio sólo necesitas esto. -

La mano de Barny comienza a brillas con un aura morada obscura.

- Apunta hacia cualquier dirección y abrirás un portal para viajar por la 13th dimensión, la que permite viajar entre mundos paralelos. -

Barny se niega, cerrando su mano.

- Ah, que terco, cualquiera de ustedes, tome la mano de Tananthos. -

Las ordenes de Satan son ignoradas por Yumina y Di Stéfano, pero yo, a diferencia de ellos no tengo miedo y necesito la ayuda de este demonio, no me importan las consecuencias que traigan a este mundo, si existe una posibilidad de volver al mío, lo arriesgaré todo.

Aprovechando el descuido de Barny al seguir discutiendo con Satan Morroc, me acerque rápidamente y tome su mano derecha. De nuestras manos se desprendió un haz de luz que se expande a medida que toma distancia de nosotros.

Lo que ocurrió después nos dejó a todos atónitos. Un portal se ha creado, viéndose el otro lado como si fuera una pantalla de televisión.

Era Neptunia quien luchaba a duras penas contra monstruos y ángeles que estorbaban su camino. No era que sus oponentes fueran muy fuertes, si no, que ella se encontraba limitada a usar sólo una mano, ya que en su brazo izquierdo se encontraba ocupado cargando a la pequeña Leivinia.

Por el lado de Barny, Yumina y Di Stéfano, lo que más les sorprende es el ambiente apocalíptico en el que se encuentra mi mundo. Cielo negro iluminado por infinitos relámpagos. Prontera en ruinas, sus edificios todos destruidos, el suelo hecho pedazos, con muchos precipicios. A lo lejos se puede observar a las valkirias luchando contra gigantes de hielo.

- Leivinia, Neptunia. -

Grité cuando el portal frente a nosotros desapareció.

- ¿Ese es tu mundo? El Ragnarok está recién comenzando, incluso podríamos viajar unos días antes de que ocurriera, pero de hacerlo, tú no podrías venir. -

- ¿Por qué? -

Respondí completamente alterado.

- No pueden existir 2 tú en un mismo mundo, si quieres volver, tendrá que ser en medio del Ragnarok, pero no te aseguro en que momento podremos llegar, es muy difícil calcular las coordenadas de otra dimensión. -

- Entonces cómo dices que puedes llegar antes, te contradices sólo. -

Di Stéfano, luego de pasar varios minutos sin hablar, se une a la discusión, ya convencido de que todo lo que se dice es verdad.

- Es fácil, usando las memorias de este hombre, sus memorias pasadas me indican coordenadas de las otras 12 dimensiones. -

- Envíame de vuelta, hare lo que sea que me pidas, pero llévame de vuelta a mi mundo. -

Le rogué a Satan desesperado.

- ¿Qué planeas hacer Tanathos? Espero que no me digas que planeas quedarte sentado sin hacer nada, piensa que tu versión de aquella dimensión no está del lado de la humanidad. -

- Cállate. -

- Tanathos en mi mundo está muerto, sólo es un fantasma que merodea en busca de destrucción. -

- ¿Y qué hay de mi versión libre? -

- Fuiste derrotado por la guardia continental y arrancaste hacia el campamento Midgard, hasta la actualidad nadie te ha encontrado. -

- Seguramente me lastimaron de gravedad, es posible que no esté disponible para la guerra. ¿Ves Tanathos? Sin nosotros la humanidad no tiene opciones de cambiar el curso de la guerra, se volverá un empate y el Ragnarok ocurrirá en otro mundo y así hasta que nos toque a nosotros. -

- ¿Y qué tienes planeado hacer para cambiar el rumbo del Ragnarok Satan? -

- Primero conseguir un ejército de neutrales, luego viajar con ellos al Ragnarok y luchar al lado de quien más ventaja tenga para hacerlo ganar. -

- ¿Hablas de Tendrilion, Hardrock Mammoth, Queen Scaraba y Nidhoggr's Shadow? -

- Exactamente. -

- Monstruos relacionados con el Ragnarok, capaces de cambiar el destino de esta guerra. -

- Lamento interrumpir, pero, al menos sobre los 2 primeros, su hábitat es un sitio muy peligroso, ¿Cómo planean reclutarlos? -

Preguntó Di Stéfano.

- Eso déjaselo a Tanathos, con respecto a cómo llegar, eso ya es tarea de ustedes, llevar a salvo a Tanathos con cada uno de esos monstruos será su misión. -
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: PIM PAM PIM PAM en 16 de Noviembre de 2015, 19:04:20 pm
Estaba bien al principio, ahora de hace pesada.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 16 de Noviembre de 2015, 19:45:10 pm
Sí, suelo escribir novelas densas, no eres el primero que me dice algo similar. Es una lástima que no sea de tu agrado, pero no puedo hacer nada al respecto.

Gracias por tus comentarios de todas formas.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 16 de Noviembre de 2015, 20:18:10 pm
No se por que dice que pesada, a mí me tiene muy atrapado y me encanta cada vez que subís una parte nueva!! *-*

Sigue así!!
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 16 de Noviembre de 2015, 21:50:47 pm
Estaba bien al principio, ahora de hace pesada.

Pero qué dices! Denle advertencia pls
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Htriber en 16 de Noviembre de 2015, 21:59:12 pm
Estaba bien al principio, ahora de hace pesada.

Pero qué dices! Denle advertencia pls

Mira que spamear aquí también...
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 19 de Noviembre de 2015, 22:03:41 pm
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 4.

Es un desastre, ambos intento por llegar con Tendrilion y con Hardrock Mammoth han fracasado.

En el caso del mamut, nos perdimos en las montañas, luchando contra innumerables tatachos, centipedes y hillslions hasta quedar completamente agotados.

En cambio, en el bosque de Splendide, lo recorrimos una y otra vez y jamás encontramos al león.

Las alas de mariposa han servido bien, pero quedan pocas, nos agotamos gran parte del suministro de Hiba Agip, y como si fuera poco, hemos sufrido bajas, algunos snipers, paladines y lord knigths que el comandante asignó a nuestras tropas, cayeron en las cordilleras de Manuk.

Si bien, nuestras fuerzas aumentaron considerablemente, el comandante Agip no quiere que volvamos a salir en una misión igual de peligrosa de nuevo por un tiempo, mientras inteligencia trabaja en idear rutas y estrategias para una próxima batalla.

Completamente de mal humor por nuestro fracaso, me retiro de la reunión realizada en los cuarteles. Comienzo a caminar por el campamento con la mente ofuscada, recordando los momentos claves de nuestra aventura fallida.

Distraído en mis pensamientos, termino chocando de lleno con alguien, cayendo ambos al suelo.

Me levanto rápidamente para ayudar a la persona con quien choque.

Es una mujer de aproximadamente 21 años, de pelo corto y negro, ojos morados. Sus ropas de High Wizard son de color negro con los bordes blancos.

Ignorando el color del cabello y el peinado, su figura, su tamaño, su rostro, todo era idéntico a Neptunia.

Ofrezco mi mano para ayudar a levantar a esta chica, sin dejar de pensar en su aspecto. Es como con Barny y Tanathos, pero más extremo, llegando incluso a cambiar de job.

- Gracias por tu ayuda… ¿Podrá ser? ¿Eres Charles Faber? -

Me preguntó emocionada luego de agradecer mi ayuda. Yo por mi parte, ya recordaba la sensación de ser conocido por gente que no conozco, ¿Seré amigo o algo de esta HW?

- Sí, soy yo. -

Respondí con pocas ganas.

- He oído mucho de ti, estas en expediciones a las montañas y al bosque. ¿No habrás visto una pequeña hada y un gigante con aspecto de tronco de árbol? -

Al parecer esta chica no me conoce, lo que es un alivio. Sobre sus preguntas me puse a recordar nuestro viaje.

- Ahora que lo pienso, una hada pequeña sí, en el bosque. -

- ¿No habrás desenterrado una gema roja cercana a ella? -

- No, si es que había algo, no nos dimos cuenta. -

- Qué lástima. ¿Puedes venir conmigo? Hay algo que he querido comentarte. Ah sí, mi nombre es Gratia, una HW aprendiz del gran hechicero de Midgard. -

Seguí a Gratia por curiosidad, entrando a una pequeña tienda de las muchas que hay en el campamento.

Dentro se encontraban 3 personas, un HW, un WS y una HP.

- Has traído al chico Gratia, buen trabajo. -

Comentó el HW al vernos llegar.

- Permítenos presentarnos. -

El WS, al ver mi rostro confundido se puso de pie, comenzando a presentarme a cada uno de los integrantes.

- Yo soy Dorance, un distinguido mecánico de la republica de Schwartvalt, y estos son mis compañeros y amigos, Whisper, un mago de élite de la república de Midgard y ella es Dixie, la mejor lingüista de todo el continente. -

- Mi nombre es Charles Faber, mucho gusto. -

- Verás Charles, hay 2 tribus por los alrededores, los Sapha, hombres árboles gigantes y los Laphine, pequeñas hadas del bosque. Ambas tribus tienen idiomas muy complejos los que no somos capaces de traducir, por lo que luego de que un explorador nos contara de su existencia, enterramos gemas mágicas cercanas a estas tribus, gemas con el poder de grabar cada una de sus palabras para su posterior análisis. -

Whisper acomodo sus gafas para continuar hablando.

- El problema es que nadie quiere ir en búsqueda de esas gemas, por lo que nuestro plan para entendernos con estas tribus vecinas no se puede llevar a cabo. -

- Es allí donde ustedes entran. -

Dijo con notable entusiasmo Gratia.

- Ustedes que viajan por esos lugares, podrían traernos esas gemas, con ello Dixie podría traducir su lenguaje, Whisper podría llevar todos esos conocimientos a un mineral con magia y yo podría agregar toda nuestra tecnología para crear anillos traductores. -

Dorance extiende un plano sobre la mesa, con todos los detalles de fabricación de ese anillo. Al parecer tienen todo listo, sólo les estarían faltando las gemas.

- Aquellas tribus deben tener mucha información sobre el terreno, además cuanta riqueza cultural podríamos cambiar con ellos, incluso crear una ruta comercial o conseguir alguna pista sobre como volver a hacer funcionar nuestro portal para volver al continente. -

Agregó Dixie emocionada.

Información sobre el terreno. Aquello me interesó mucho, en el hipotético caso de que se lograra una comunicación y relación en paz con ellos, podríamos conocer rutas más seguras para llegar con Hardrock Mammoth o donde encontrar a Tendrilion.

- Además, las fuerzas de Hiba Agip son fuertes, pero no tienen magia, yo me ofrezco a ayudarlos. -

Me dijo Gratia sosteniendo mi mano. En sus ojos se podía ver el hambre de aventura.

¿Qué puedo decir? Me convencieron. Conversé con mis amigos y ellos aceptaron la idea, ahora sólo queda un problema: Hiba Agip.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 19 de Noviembre de 2015, 23:25:08 pm
Captó toda mi atención. No dejes de escribir!
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: kmoc en 20 de Noviembre de 2015, 00:47:55 am
Muy bueno. A la espera de más  /angel
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 21 de Noviembre de 2015, 19:44:19 pm
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 5.

- Storm Gust… Ice Wall… Jupitel Thunder… -

El entrenamiento especial ha terminado. Gratia se ha adherido muy bien a nuestro pequeño grupo, sincronizándose con nosotros con relativa facilidad.

Como grupo lo hemos decidido, buscaremos esas gemas sin las tropas del comandante Agip, sólo seremos nosotros 5, con la excusa de entrenar en el bosque Splendide. Barny no irá con nosotros porque no buscaremos al Tendrilion.

Cayó la noche en el campamento Midgard. Según los biólogos, la mejor hora para viajar al bosque es en la noche, debido a que las Luciolas Vespas ven reducida considerablemente su población.

En medio del bosque, con la ayuda de Gratia y sus magias de defensa como Ice Wall y Quagmire, logramos avanzar evitando cada una de las posibles batallas que hubiéramos tenido que luchar de no ser por ella.

Aquella pequeña hada tampoco se encontraba, pero aquello no importaba. En la mente de la HW sólo estaba esa gema roja. Desenterrada la joya, una plaga de thief bugs salió del agujero en donde estaba la gema, desatando un grito de pánico tan fuerte en Gratia, que medio bosque se nos lanzó encima.

Por suerte para nosotros, en esta parte del bosque sólo hay Luciola Vespas y Pinguiculas. De todas formas fue una batalla bastante intensa.

Nuestra estrategia fue simple, Gratia usa magias de área mientras nosotros la protegemos. Su Storm Gust y Frost Nova fueron de verdad magias efectivas.

De vuelta en el campamento se entregó la gema roja. Dixie estaba exaltada, no dejaba de gritar emocionada con cada palabra nueva que escuchaba y como algunas obtenían coherencia con otras.

Según la HP, le tomará toda la noche entender el idioma.

Di Stéfano sugirió ir por la otra gema, preguntando en donde la habían enterrado. Al conocer la respuesta sus piernas temblaron, retirándose de la tienda. Yumina y Kinuhata fueron tras él, mientras yo revisaba el mapa con más cuidado, intentando memorizar el sector.

- De todas formas Charles, debemos esperar a que sea de día, según los biólogos, los tatachos en las noches suelen bajar de las alturas de las montañas a los valles para cazar. -

Sugirió Gratia. Y tiene razón, lo mejor será descansar. Salgo de la tienda y a una distancia considerable, veo a Di Stéfano sentado en compañía de Kinuhata y Yumina

- Maestro, las cosas pasan por algo, no es culpa de ninguno de nosotros. -

Yumina se mantenía en silencio, sólo su hermana menor consolaba a un Di Stéfano fuera de sí.

- Ese lugar, en ese lugar dejé morir a mi mejor amigo, si tan sólo hubiera tomado mejores decisiones. Nunca me lo perdonaré. -

Yumina me sintió llegar, se puso de pie y me empujó sobre Di Stéfano, cayendo sobre él.

- Oh, resbale, lo siento chicos. Charles, aprovechando su íntima posición, convence a este tarado de que él no tiene la culpa por lo ocurrido con tu otro yo. -

- Yo también te quiero Yumina. -

Dijo a duras penas Di Stéfano, empujándome luego para quitarme de encima.

Aquel evento que significó la muerte de mi yo de este mundo, lo que desencadenó que yo pudiera llegar aquí. ¿Y Yumina quiere que consuele a alguien que recién conozco?

La HP me miraba amenazante y su hermana menor ya se encontraba en posición de interceptar a quien quiera huir. Estas hermanas me darán dolor de cabeza.

- Que puedo decir. Según lo que nos contaste, yo te empuje, salvándote con ello. Eso debe significar que eras un amigo tan importante para mí que no podría soportar verte morir. O quizás, te empuje esperando matarte yo, si de todas formas morirías, puede ser que hubiera preferido yo haber tenido el honor de matarte, no lo sé. A veces eres tan insoportable, como ahora. -

Hubo un silencio incomodo que duró unos segundos hasta que Yumina rompió en carcajadas, contagiando a su hermana que también comenzó a reir. Acto seguido todos nos reímos por un buen rato.

Di Stéfano me ofreció su mano para ayudarme a levantar, para luego abrazarme fuertemente.

- Eres un estúpido, pero supongo que ya lo sabías. Para la próxima déjame empujarte yo, estoy seguro que yo tendré más posibilidades de matarte. -

A la mañana siguiente nos encontramos listos para viajar en busca de la segunda gema. En esta ocasión se nos pidió también conseguir un extracto de los minerales que tiene la montaña.

Con 3 clases acólitos, las nephentes no fueron problema. Con la ayuda de Gratia, controlar a los hillslion fue demasiado sencillo, y las larvas de centipedes y los pocos centipedes del sector fueron golpeados hasta la muerte por nuestras mazas y hachas.

De vuelta en el campamento con la gema azul y un mineral no identificado, el grupo de traducción comenzó a trabajar. Según Dorance, se demorarán aproximadamente 1 hora en la construcción de los anillos. Tiempo utilizado para descansar.

Con los anillos en nuestra posesión, nuestro siguiente objetivo es Splendide, la ciudad de los Laphines, la única ciudad encontrada por nuestros exploradores.

Al parecer Hiba Agip intuía nuestras acciones y nos esperó en la entrada del bosque.

- Lo han hecho muy bien terminando el trabajo de los traductores. ¿Piensan dirigirse ahora a Splendide? -

- Así es. -

Respondió Gratia.

- Entonces tomen esto. -

El comandante Agip nos entregó un pequeño pero hermoso collar.

- Hace un tiempo, cuando pertenecía al grupo de exploración, se le cayó a una pequeña hada, a la que nunca pudimos encontrar nuevamente, espero que encuentren a la dueña y se la devuelvan. -

Dicho esto, el comandante regresó al campamento.

Es un camino corto por el bosque hacia Splendide, sin tanto peligro. Al llegar a la ciudad, unos pequeños seres con lanzas más largas que ellos mismos nos interrumpieron el paso.

- Otra vez estos extraños seres, han venido en varias ocasiones y siempre los echamos por la fuerza. -

Los guerreros Laphine se hablaban entre ellos, ignorando nuestra cercanía. He de suponer que saben que no podemos entenderlos.

- Hola señores, somos exploradores que buscamos paz entre nosotros. -

Dijo Gratia amablemente ante unos sorprendidos guerreros.

- ¿Pueden entendernos y nosotros a ellos? -

- Así es, con la ayuda de estos anillos podemos comunicarnos. -

Gratia enseñó orgullosa el anillo del rey sabio que portaba en su mano derecha.

- Impresionante. -

Escuchamos desde atrás. Era una voz femenina proveniente de una Laphine.

- Mi nombre es Terra, es un gusto conocer y comunicarme con los nuevos seres, ¿Desean pasar a mi hogar? -

Aceptamos la invitación de esta hada, la que convenció a los guardias de dejarnos pasar a la ciudad.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 21 de Noviembre de 2015, 19:49:01 pm
Recuerden que si desean participar de esta historia pueden hacerlo, sólo me escriben por privado el nombre de su personaje (que sea un nombre coherente con algún personaje), su job y una breve descripción de los colores de su ropa, peinado y personalidad.

Para quienes han hecho la quest del anillo del rey sabio, sabrán que la gema azul se encuentra en manuk field 3 (donde sale el mammuth) y no es manuk field 1. Pero como mencioné al comienzo de mi historia, habrán cosas que no calcen para una mejor cohesión de los hechos.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Barny en 22 de Noviembre de 2015, 23:11:54 pm
Barny no irá con nosotros porque no buscaremos al Tendrilion.

Barny siempre tiene mejores cosas que hacer ?_?
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 29 de Julio de 2017, 05:50:53 am
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 6.

Splendide es una ciudad fuera de lo común. Comenzando con que en sus edificaciones son apenas unos cuantos centímetros más altas que nosotros, por lo que para entrar a la vivienda de Terra, debimos agacharnos y no podemos mantenernos de pie o podríamos generar destrozos.

Terra es un hada muy parlanchina y curiosa, no deja de hacernos preguntas sobre nuestra cultura, nuestra tierra y nuestras habilidades. Le interesa especialmente las leyendas que tenemos y las compara con las de su raza, y para sorpresa de todos, tienen mucho en común.

Aquello fue muy beneficioso para mi, pudiendo agregar de forma natural nuestro objetivo con Splendide, anclandola al Ragnarok.

- Normalmente no creería en una historia como ella, pero en vista que coinciden nuestras leyendas y ustedes llegaron a tal punto de buscar una manera de comunicarse con nosotros para pedir nuestra ayuda, que les doy el beneficio de la duda. Eso sí, quiero que me presenten al tal Barny. -

Llegó la noche y Terra nos guió hasta la posada de Splendide, lugar donde incomodamente nos quedamos a pasar la noche. Con lo pequeñas que eran las camas terminamos durmiendo en el piso, el cual, por suerte para nosotros, estaba todo alfombrado.

Al día siguiente la posada fue irrumpida por soldados pertenecientes al ejercito de Splendide, atacando a cada uno de nosotros en su propio cuarto, gritando que estábamos arrestados por secuestro. Para evitar cualquier conflicto innecesario me deje apresar y para cuando me llevaron al salón principal de la posada, vi que no fui el único que pensó de la misma forma. Todos mis compañeros, desde Yumina hasta Gratia se encontraban en la misma situación que yo.

- Parecen que están todos. -

Al oír esas palabras, todos los soldados giraron sus cuerpos en dirección a dicha voz, poniendo su cuerpo firme tal cual estatua. Un soldado vestido un con una armadura más amplia y gruesa que la de los demás soldados, además de que en su casco, verde también llevaba una pluma blanca de Cornus.

- Mi nombre es Arc y soy el comandante de las fuerzas de defensas de Splendide, y obvio, su captor. -

Arc nos comenzó a observar detalladamente uno por uno pensativo, al pasar unos minutos se detuvo y desenvainó su espada.

- Esto no es un juego ¿ Quién de ustedes raptó a Terra? ¿Y dónde la llevaron? -

- ¿Terra ha desaparecido? -

Preguntó impactada Gratia.

- No finjas inocencia, ustedes fueron los últimos que estuvieron con ella, y aquí en Splendide jamás han habido registros de secuestros entre nosotros, por lo que sólo hay una explicación. -

- Por lo que vi cuando llegamos es que de las 3 salidas que tiene esta ciudad, las 3 están muy bien vigiladas... -

Fue lo que alcancé a responder antes de que uno de los soldados acercara su lanza peligrosamente a mi cuello.

- Momento, deja que continúe. -

Ordenó Arc a su soldado, quitándome de encima este último su lanza.

- ¿Estás sugiriendo que nosotros 5 evadimos 2 veces la seguridad de sus guardias para raptar a Terra y luego volver por algún motivo? Y peor, si sólo uno de nosotros fuera el que burlara a tus guardias para facilitar el acto, dices que esa persona por si sola se paseo con la raptada Terra por el peligroso bosque de Splendide y volvió sólo a la ciudad posteriormente, evadiendo nuevamente a tus guardias? -

- Entiendo tu punto, pero no negarás que justo el día que ustedes llegaron, Terra desaparece. Para mi ustedes son los culpables. -

- Que poca lucidez, en vez de estar buscando culpables, busca soluciones. -

Criticó duramente Gratia a Arc.

- Terra es una Laphine increíble, es muy curiosa y aplicada, ella claramente podrá ser una conexión entre Midgardianos y Laphines, y  naciendo completamente de ella, ayer hablé lo suficiente con Terra para saber lo mucho que deseaba conocer y comunicarse con nosotros, los Midgardianos. No necesitaríamos raptarla, ella sola se acercaría a nosotros. -

- Al final aceptan que quieren utilizar a Terra... -

- Queremos un bien común entre nuestras razas, rutas comerciales, intercambios culturales... -

- Chica, ¿Cuál es tu nombre? -

- Soy Gratia y al igual que Terra, quiero la paz entre nuestras razas. -

- Hablas igual a como lo hace Terra, es escucharte en ella, pero si no fueron ustedes ¿Quienes? -

- Comandante, hemos encontrado rastros y mensajes de Terra en las cercanías de la ciudad. -

Gritó un nuevo soldado mientras entraba a la posada.

- Con toda vergüenza tengo que decir que al parecer Terra burló nuestra vigilancia anoche y salió por su cuenta de Splendide. -

- ¿Pero que demonios dices? ¿Qué hacían anoche? -

- Lo lamento de verdad mi comandante, pero encontramos rastros de Terra en las cercanías y nudos en las hierbas que indican el camino que pareció tomar, al seguirlo encontramos más rastros de ella y más nudos, al parecer se dirigió a las cercanías del nido de Nidhoggur. -

- Sabes que tenemos estrictamente prohibido acercarnos si quiera a ese lugar. -

- Lo sabemos comandante, por eso no podemos seguir investigando, pero al parecer allí se dirigió Terra. -

Arc se quedo pensando por unos segundos para luego ordenar nuestra liberación.

- Sé que no tengo derecho a pedirles ayuda, pero si de verdad creen en las palabras de Terra es su oportunidad para probar a Splendide que nuestra relación puede prosperar. Por favor, busquen a Terra y tráiganla de vuelta. -

Gratia sonrió y nos miró a todos, el brillo en sus ojos fue suficiente para convencernos a todos.
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Gutι en 29 de Julio de 2017, 20:37:48 pm
Sigue que está muy bueno
Título: Re:Ragnarok, la Guerra Divina.
Publicado por: Yumina en 30 de Julio de 2017, 02:52:33 am
Objetivo 1: El Nuevo Mundo.

Parte 7.

Los Naga son seres bastante complicados y duros, debido a su naturaleza de serpiente, su olfato es extremadamente agudo y son capaces de notar nuestra presencia aunque estemos escondidos tras árboles o rocas, por lo que siempre que un Naga se cruza en nuestro camino termina en batalla.

Nuevamente Gratia juega un papel fundamental, debido a su cuerpo de serpiente, los Nagas odian el frío y Gratia se especializa en eso, en magias de hielo.

Los Cornus por su lado, son seres majestuosos y pacíficos, incluso pareciera que son capaces de percibir nuestras emociones y deseos, ayudándonos a encontrar rutas seguras evitando en lo posible a los Nagas.

Lo que es extraño es que no se vean Pinguiculas por la zona, quizás están en otro de sus asaltos al campamento Midgard ¿Estarán todos bien por allá?

Siendo guiados por un Cornus nos encontramos en una grieta entre las montañas y un gran árbol que pareciera atravesar la misma.

- Es el nido de Nidhoggur. -

Comentó algo seria Gratia, lo que es extraño, desde que la conozco, explorar lugares la emociona de sobre manera.

- Es un sitio muy peligroso, los seres que viven aquí han acabado con muchos de nuestros exploradores y no sabemos a ciencia cierta sobre su poder y habilidades. Así que Kinuhata, evita separarte del grupo en una batalla, tú eres la más hiperactiva de todos en batalla y no estoy segura si esta vez pueda protegerte. -

Que miedo, Gratia daba miedo, pero más que nada por ese brutal cambio de actitud en su forma de ser.

De mi carro saco los reportes de las criaturas que habitan este sitio y sólo hay detalles sobre un pequeño dragón llamado Draco.

- Entremos, que nadie se me adelante. -

Dije seguro de mi mismo.

Con la ayuda de algunas linternas que traía en mi carro, podemos divisar mejor el interior del nido. Es algo biologicamente increíble, literalmente el gran árbol estaba dentro de las montañas, como si esta fuera hueca. Nuestras pisadas eran dadas en las gigantescas ramas que se expanden a lo largo y se bifurcan en varias direcciones.

Los Dracos son criaturas amigables y curiosas, algunos claro, otros son bastante tímidos. Kinuhata encantada por su ternura tomo en brazos a un Draco y este feliz aceptaba sus caricias. Es algo extraño, es como si ese Draco hubiera nacido para ser compañero de Kinuhata, ya que cuando ella lo soltó, no se alejó, comenzó a seguirnos e incluso nos ayudó a combatir con unas pinguiculas negras con su aliento de fuego.

- Te llamaré Draggy. -

El pequeño dragón reaccionó feliz a su nombre, como si entendiera nuestro idioma y lo que acababa de ocurrir. Parece ser una criatura de lo más inteligente.

Gratia aprovechaba cualquier momento de descanso para anotar datos de las diferentes criaturas del sector en una pequeña libreta que lleva consigo.

Pasaron los minutos avanzábamos cada vez más profundo. Al igual que con los Cornus, Draggy nos advertía cuando un ser peligroso se encontraba cerca, seres como una ardilla gigante con apariencia humana, a la que Gratia nombró Rata, o un ser espectral, una especie de caballo fantasmal con cierto parecido a los Nigthmares, pero con un cráneo de algún reno en su cabeza, además de poseer brazos de ¿Madera? los que sostienen una espada enorme, fácilmente más grande que cualquier de nosotros. Gratia lo bautizó como Dunneyr y cuando le pregunté que de donde saca esos nombres me respondió, "Míralo, tiene apariencia de Dunneyr". No quise seguir preguntando.

Se supone que aquí también hay seres de agua o una esfera de fuego gris, pero no hemos tenido la "dicha" de encontrarlos.

- Chicos, miren, por allá. -

Apuntó Yumina hacia el norte.

Y lo que encontramos fue una estatua de un ser extraño gigante.

- Se parece mucho a un Sapha, ¿Por qué habría una estatua de un Sapha en estos lugares? -

Comentó pensativa Gratia.

- ¿Sapha? -

Pregunté ingenuo.

- Es una tribu de hombres gigantes árboles, sí, suena raro pero son humanoides con cuerpos de madera y ramas por toda la extensión de su cuerpo, además de ser enormes. Esta estatua está a una escala real. -

- Hasta se dieron el trabajo de vestirle. -

Agregó Di Stéfano.

- ¿Vestirlo? -

Gratia no se había percatado por el color de las prendas, el que era muy similar al de la estatua, pero claro, tiene un par de pantalones y en el suelo cerca de la estatua hay una bufanda.

- Esto si que es extraño. -

Murmuró Gratia.

De pronto Draggy comenzó a gruñir y escupir bolas de fuego y es que un Dunneyr se venía acercando. La bestia levantó su espada y atacó al dragón, el cual seguramente hubiera muerto si Kinuhata no se tiraba encima para tomarlo y sacarlo de allí.

Gratia reaccionó muy rápido generando muros de hielo atrapando a la bestia, la que comenzó a destruir el hielo con su gigantesca espada.

- Miren, un hueco en el árbol, allá arriba. -

Señaló Di Stéfano, escalando rápidamente.

- Rápido, es una salida, vengan. -

Uno por uno escapamos de esa bestia y del nido de Nidhoggur. Draggy no parece querer separarse de Kinuhata por lo que nos empezó a seguir en dirección a Splendide.

Al volver a la ciudad, Kinuhata tuvo problemas para convencer a los guardias de que Draggy era inofensivo, pero por suerte para ella, Arc estaba atento a nuestro regreso y dio la orden de permitir el acceso del pequeño dragón.

Dentro de la posada, Gratia se encargó de explicar lo sucedido a Arc, quien un tanto decepcionado de que no encontráramos a Terra sugirió que buscáramos respuestas en Manuk, la ciudad de los Sapha.

- Tengan mucho cuidado con los Sapha, son seres agresivos y ruines, hemos mantenido una guerra con ellos por generaciones. No me extrañaría que ellos se llevaran a Terra, que una estatua de Sapha esté tan lejos de sus territorios significa que están avanzando en busca de dominarnos. Si es posible, busquen a Terra e investiguen sobre las acciones de estos ruines Saphas, quizás sea momento de nosotros tomar la iniciativa y atacar. -

Arc ordena a sus soldados que traigan provisiones para nosotros, las que no se demoraron mucho en llegar. Comida, alas de mosca y mariposa y unas especies de dulces y bebidas que jamás había visto.

- Esto es nuestra especialidad, son platos que les ayudaran a ganar resistencia y poder contra las criaturas de Splendide, les ayudará en sus viajes entre Splendide y su campamento. Si la situación con los Sapha es muy tensa, no duden en avisarnos, esto es una guerra entre Saphas y Laphines, por lo que con que nos pongan al tanto nos basta, no se entrometan más o saldrán lastimados. Buena suerte-

Así nos despedimos de Arc y los Laphines. Nuestro próximo objetivo, Manuk.