Buenas a todos, se me ocurrió escribir una historia para el placer de ustedes, espero les guste
nombres eventos y demás son pura ficción cualquier parecido con lo real es mera coincidencia
Espero les guste y esperen mas que seguiré escribiendo
PD: El capítulo 1 apenas esta comenzando
Prologo. El Juglar
Una fría mañana nace mientras el sol poco a poco se eleva en el firmamento, en la ahora reconstruida plaza de Morroc se ve a un Juglar sosteniendo una suave nota que resuena a través del mercado producida por la lira que ahora sostiene, con ojos cerrados y fino oído se dispone a terminar la melodía mientras siente la brisa matutina impregnar con un escalofrío su cuerpo, Al terminar de sonar la ultima cuerda empiezan a caer en su sombrero algunos zenys que el publico dejo a tan grata melodía. Se levanta, recoge el Zeny y al tiempo que una media sonrisa se dibuja en su rostro, al abrir los ojos una mirada bizarra se fija en el rostro de una mujer y entre la gente el Juglar se pierde como una sombra mas entre la multitud. En su interior una historia olvidada pide a gritos escapar de la prisión de sus memorias ~ Capítulo 1. La melodía de Morroc
En la plaza de plaza de Morroc la recién ascendida a Alta Sacerdotisa Serena paseaba comprando algunas pociones por el mercado cuando se percato de tan dulce melodía que cubría a la ciudad con una tranquilidad hipnotizante. Al terminar de pagar fue a donde ella pensaba era la fuente de tal calma cuando las notas dejaron de sonar, ella acelero el paso y entre la multitud alcanzo a distinguir a un juglar que justo levantaba su sombrero y se perdía entre la gente, ella se acerco al ultimo lugar donde se encontraba ese juglar solo para encontrarse con una sensación de maldad que le detuvo la respiración por unos instantes, al reaccionar ella uso Ruwach: la luz sagrada que le permitía ver lo oculto en su alrededor; nada se alzó a la vista de la sacerdotisa mientras miraba a todos lados buscando a ése ahora extraño Juglar - Que es esta sensación y a donde desapareció ese payaso - se preguntaba cuando una mano se dejo reposar en su hombro. - Serena es hora de irnos, tenemos que llegar a la gran Prontera antes del anochecer- Le dijo un Maestro Forjador, su nombre: Aston. Ella salio de la nube de sus pensamientos con un suspiro y con una sonrisa asintió . . . .
