Bueno soy nuevo en esto asi ke intentare hacerlo lo mejor posible.
En una aldea de paso para los viajeros y demas personalidades de akellos parajes un paladin se encontraba sentado frente a la barra de una taberna, rodeado de la tipica gente ke solia haber en esos lugares: fugitivos, cazarrecompensas y demas gentuza no por ello menos peligrosas.
Piccolo ignoraba a toda esa gente alborotadora, solo se centraba en buscar a la persona para hacerle unas cuentas preguntas.
-Eh, tabernero.- llamo Piccolo al barman .
-si? desea algo mas?- contesto el tabernero.
-si, una pregunta solo: donde puedo encontrar a un tal Balbo?, he oido ke frecuenta estos garitos, ero creo que mi informacion parece erronea...-
Despues de haber preguntado por ese Balbo se hizo un silencio sepulcral en la taberna, el tabernero se agacho detras de la barra y una jarra de cristal se estrello contra la espalda de Piccolo, y ante el asombro de todos los hombres de akella taberna, akel misterioso hombre ke habia recibido el golpe no se inmuto, como si no hubiera sentido como la jarra se estrellaba contra su espalda...
Piccolo sonrio para sus adentros, habia encontrado a su presa, daba igual como lo dijeras, siempre ke mencionabas el nombre de esa basura siempre acababan atacandote por la espalda. Nuestro protagonista se levanto de la silla, dejando ver entre su capa una brillante coraza en el pecho, por esa razon no sintio la jarra, para un paladin siempre hay riesgos ( y mas si es un mercenario).
Piccolo se lanzo hacia Balbo,ke era el ke le habia tirado la jarra. Le agarro del cuello y se acerco a su cara, -Tengo ke hacerte unas preguntas, Balbo- dijo el paladin sonriendo, y se lo llevo fuera de la taberna.
-No te dire nada! >.>!-Dijo Balbo en un tono desafiante.
-Lo diras, al final todos acaban cantando lo kieran o no- Contesto Piccolo.
Continuara, espero ke no os haya aburrido si hay 2ª parte sera mucho mejor lo prometo
