Estúpidos narradores, ¿que os habeis creido? la historia es MIA, y punto!
Ahora la cuento yo ò_ó
En fin..
Capítulo 3
He aprendido mucho, y cada vez se menos.
No sabía cuanto tiempo había pasado... un día, cuando casi había perdido la esperanza....
Markus Evans: Que haces? Llevas como 3 minutos dando vueltas y comiendo pescado.
Y entonces, de vuelta a la civilización, comenzé a entrenar con arenas junto a Markus, (esta es la parte en la que aquella planta amarilla me insultó, y la mate, claro), hasta el día en que me hice sabia, tras pasar el examen con mis grandes conocimientos:
Examinador: Bien, siguiente pregunta:
Si equis al cuadrado es igual a la raiz de cuarenta y tres partido por cinco, y el doble de x al cubo es el doble de la base de la hipotenusa...¿Cuanto vale X?
Suvid: Ehm... si, esa me la se... (tira un dado) ¿cuatro?
Lo había logrado tras tanto esfuerzo, y había dejado a los examinadores estupefactos, ya era una sabia...
Quería mostrar mi tesis sobre la sabiduría, necesitaba una victima... y en ese momento se conectó Markus.
Y entonces le hablé sobre aprender mucho y saber cada vez menos, diciendo que cada cosa que sabemos aboslutamente, es una barrera, que nos impide aprender todavía más allá (fue mucho mas largo, pero decir esas cosas, en la plaza de prontera me hacía sentirme mas guai XD) pero pronto volví a la normalidad (en realidad... aprendía mucho y sabía cada vez menos, porque las paranoias no son tanto aprendizaje, sino mas bien lo contrario, pero me sirvió para inspirarme =P), y seguimos entrenando en arenas.
Aun me pregunto...¿que sienten esos seres, si estan hechos de arena? ¿tienen sentimientos? ¿se sienten ofendidas? quizas nunca lo sepamos... pero mientras sea sabia, seguiré viendo el canal de cocina.